amy b.a.
27 de abril de 2024 a las 11:40 a.m.
Una investigación reciente de Public Eye encontró que las leches y papillas para bebés vendidas por Nestlé en Senegal y otros países de bajos ingresos contienen niveles alarmantes de azúcar agregada, en marcado contraste con sus equivalentes europeos. Esta situación ha desencadenado una ola de reacciones entre organizaciones de la sociedad civil y usuarios de Internet, que exigen la retirada del mercado de los productos incriminados.
La ONG suiza Public Eye, en colaboración con la Red Internacional de Acción Alimentaria Infantil, analizó 150 productos Nestlé. Sus hallazgos muestran que casi todos estos cereales para bebés contienen casi 4 gramos de azúcar añadido por porción, un nivel considerado peligroso por los expertos médicos y la Organización Mundial de la Salud, que lo ven como una posible fuente de obesidad infantil.
Ante la magnitud de las críticas, Nestlé respondió el 22 de abril afirmando respetar la legislación local y ofrecer alternativas sin azúcar añadido en varios mercados. Sin embargo, persiste el debate sobre las disparidades entre los productos vendidos en Europa y África, y sobre los riesgos para la salud de los bebés.
