Sexo, dinero y tabloides, la primera semana del juicio a Trump

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Donald Trump ya ve la amenaza de una condena por desacato al tribunal por sus ataques a testigos y jurados.

AFP

En el caso por el que actualmente está siendo juzgado, Donald Trump está siendo procesado por 34 cargos de falsificación de documentos contables, para ocultar un pago que permitió encubrir un potencial escándalo sexual en la recta final de la campaña presidencial de 2016. El viernes, el 45º Presidente de los Estados Unidos, con el rostro demacrado y serio, vio una vez más a los 12 jurados y a los seis suplentes que decidirán su suerte judicial caminar delante de él hasta sus escaños, sin dirigirle una mirada.

Justo antes de entrar en la sala, deseó un feliz cumpleaños a su esposa delante de las cámaras y se burló de un proceso “horrible e inconstitucional” que le obliga a pasar sus días en una sala “congelada” en lugar de hacer campaña. Luego, saliendo del público, aceptó el desafío de un debate televisado con su oponente Joe Biden, “cuando quiera”.

Escándalos

Entre los dos, el que corre el riesgo de ser condenado antes de las elecciones asistió durante horas, a menudo atento, a veces desplomado en su silla con aspecto somnoliento, al largo interrogatorio del primer testigo de cargo, el ex jefe sensacionalista David Pecker. Porque de momento los debates se han centrado principalmente en los pagos anteriores al de Stormy Daniels.

Desde el lunes, David Pecker, propietario del título “The National Enquirer”, detalla cómo, tras una reunión en la Torre Trump en agosto de 2015 en Nueva York con su “amigo Donald” y su entonces abogado Michael Cohen, había puesto Se puso a su servicio durante la campaña presidencial de 2016 para ahuyentar los escándalos comprando derechos exclusivos de historias populares.

Una operación realizada en dos ocasiones: 30.000 dólares para suprimir las – falsas – acusaciones de un portero de la Torre Trump sobre la existencia de un hijo oculto de Donald Trump, luego 150.000 dólares para adquirir la historia de Karen McDougal, modelo de la revista “Playboy” , quien dijo que tuvo una aventura con el multimillonario.

“Compramos esta historia para que no se publicara en ningún otro lugar. No queríamos que avergonzara al señor Trump ni afectara su campaña”.

David Pecker, ex jefe de los tabloides

“Atrapar y matar”

Durante el contrainterrogatorio de la defensa el viernes, David Pecker tuvo que aclarar que durante una conversación sobre Karen McDougal, Donald Trump le había dicho “No creo en las historias”, añadiendo “ver con Michael (Cohen)”. Uno de los abogados de Donald Trump, Emil Bove, también trabajó para demostrar que estas operaciones llamadas “catch and kill” en Estados Unidos eran banales, haciendo que David Pecker mencionara los nombres de Arnold Schwarzenegger o Tiger Woods.

Pero este testimonio permitió a la fiscalía preparar el escenario del caso. El viernes subieron al estrado otros dos testigos, una ex asistente directa de Donald Trump en la Organización Trump, Rhona Graff, y un banquero, Gary Farro, que gestionaba los asuntos del abogado Michael Cohen.

El primero indicó que los contactos de Karen McDougal y Stormy Daniels estaban almacenados en una libreta de direcciones de correo electrónico que ella administraba en la Organización Trump. También recordó, sin dar una fecha precisa, haber visto a Stormy Daniels en la Trump Tower, pero según ella para un lugar en el reality show que había multiplicado por diez la celebridad de Donald Trump, “The Apprentice”.

Por su parte, Donald Trump ya ve la amenaza de una condena por desacato al tribunal, a petición de los fiscales, por sus ataques, a través de Internet y las redes sociales, contra testigos y jurados. El juez Juan Merchán aún no se ha pronunciado sobre este punto. Los debates se reanudarán el martes.

(afp)

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