El lanzamiento del Model Y rediseñado en China permite descubrir los cambios introducidos en este SUV 100% eléctrico. La oportunidad de ver que Tesla a priori se está dando la vuelta a su chaqueta con respecto a la desaparición del interruptor de intermitentes en el Model 3.
Después de semanas y semanas de especulaciones, el nuevo Model Y ya está aquí. Tesla ha lanzado su nuevo SUV 100% eléctrico en China y no hace falta esperar a su comercialización en Europa para descubrir sus interesantes novedades. En el exterior, el coche luce un diseño renovado y más futurista con su firma luminosa. Por dentro, este Model Y rediseñado está inspirado en el Model 3, salvo por un detalle.
No necesariamente lo notamos cuando miramos las imágenes sin lupa, pero el Model Y parece encontrar un interruptor de señal de giro. Podemos verlo en el configurador de Hong Kong -con el volante a la izquierda- o notar, en este vídeo promocional, que el volante no tiene botón capacitivo para indicar que se está girando a izquierda o derecha. Un paso atrás que podría ser aplaudido, esperando que no sea un error por parte de Tesla y que todos los mercados se vean afectados.
El regreso de los interruptores al Tesla Model Y es una bendición
La desaparición de los controles no es unánime: nos obliga a olvidar nuestros reflejos desarrollados durante años (un movimiento de los controles hacia arriba o hacia abajo), en favor de una ergonomía cuestionable. Prueba a activar los intermitentes del volante de un Model 3 en una rotonda y verás lo poco que ganas en comodidad. Peor aún, esta modificación puede generar confusión en el uso, especialmente si presta su vehículo a alguien. Para Tesla, la idea es ahorrar unos céntimos y, así, mejorar su margen.
Este paso atrás en la realidad recuerda otra inversión de la chaqueta de Tesla, también ligada a este deseo de creer que la ergonomía se puede mejorar con opciones disruptivas. Cuando el fabricante americano lanzó el nuevo Model S y el nuevo Model X, optó por un volante rectangular: el Yoke, instalado de serie. Terminó ofreciéndose como una opción paga, una señal de que este cambio no fue bien recibido por los primeros clientes.
Tenga en cuenta, sin embargo, que Tesla no parece dispuesto a recuperar el interruptor que sirve para poner la marcha adelante o atrás: todo pasará por la pantalla, con un control deslizante que, una vez más, requiere adoptar algunos nuevos hábitos (aunque menos molestos que luces intermitentes). Estaríamos, por tanto, ante una mezcla entre dos ergonomía: la histórica y la que Tesla intenta imponer.
Otra característica nueva que podría mejorar la experiencia de conducción en comparación con el Model 3: la aparición de una cámara en el parachoques delantero, que permite al Model Y “ver” mejor lo que hay delante de él (los elementos en la parte inferior de la cabeza), especialmente durante maniobras gracias a Tesla Vision. A este respecto, recordamos que determinadas fotos promocionales del Model 3 sugerían la introducción de este dispositivo, finalmente ausente en los modelos a la venta.
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