«En Francia, hemos sido históricamente líderes en sectores como el automóvil, la energía nuclear y la aeronáutica.recuerda Guillaume Faury. Algunos no han recibido el apoyo que deberían recibir a nivel francés y europeo. Ellos están pagando el precio hoy y esto es lo que debemos evitar.» Y agregó: “Demasiadas cargas, demasiadas regulaciones, demasiadas restricciones, demasiados impuestos, provocando la desaparición de sectores. […]. Corremos el riesgo de que muchas empresas se vayan y hagan lo que saben hacer en otros lugares, porque se vuelve insostenible.».
A principios de diciembre, Olivier Andriès, director general de Safran, anunció también que su futura fábrica de frenos de carbono -una inversión de 400 millones de euros- corría el riesgo de aterrizar en Estados Unidos o Canadá y no en Francia, por falta de una base estable. y entorno competitivo.
La aeronáutica, principal contribuyente a la balanza comercial francesa
Detrás de la ira de Guillaume Faury, se esconden una serie de medidas destinadas a reducir la deuda estatal que podrían inclinar la competitividad de la industria aeronáutica. Sobretasa a las grandes empresas, aumento del impuesto sobre los billetes de avión, aumento del impuesto de sociedades, reducción de las ayudas al aprendizaje, posible reducción del crédito fiscal a la investigación (CIR)…”El sector no debe utilizarse como chivo expiatorio o fuente de ingresos para reparar las finanzas estatales.», criticó Guillaume Faury, citando también las limitaciones europeas. A estas cargas se suma un preocupante contexto internacional, entre inestabilidad geopolítica, creciente proteccionismo estadounidense y mayor competencia de los mercados emergentes.
Una situación tanto más injusta, desde el punto de vista del presidente de Gifas, cuanto que el sector aeronáutico constituye un pilar de la industria francesa: sigue siendo el 1es Contribuyente al superávit comercial del país, con 30,8 mil millones de euros en 2023. En cuanto a la industria del automóvil, su balanza comercial pasó de +10 a -20 mil millones de euros en Francia entre principios de la década de 2000 y hoy.
En 2023 y 2024, alrededor de la mitad del crecimiento del PIB en Francia puede explicarse por el crecimiento de las exportaciones aeronáuticas, según datos de Gifas. “Pero el sector es también el más cosechado en Francia en valor absoluto y el segundo en valor relativo, es decir, el 29,5% del valor añadido.», insistió Guillaume Faury. En 2023, las deducciones obligatorias para el sector aumentaron un 12% en 2023, por un importe de 11.400 millones de euros.
Vigilancia de las ayudas a la innovación
Este riesgo de pérdida de competitividad llega en un momento en el que el sector aeronáutico francés ha vuelto a un nivel cercano al anterior al Covid, se enfrenta a una demanda sin precedentes y debe invertir para completar con éxito la descarbonización del transporte aéreo. Airbus tiene unos 8.700 aviones en su cartera de pedidos, lo que representa diez años de visibilidad al ritmo de producción actual. El fabricante de aviones espera, en particular, alcanzar el ritmo de 75 A320 entregados al mes durante 2027, frente a una media mensual de casi 50 aviones en 2023.
Una dinámica que impulsa la contratación al alza: el sector prevé contratar a 25.000 personas este año (incluidos 6.000 aprendices), frente a las 28.000 del año pasado, cifras cercanas a los niveles anteriores a la crisis. Además, el número de miembros de Gifas está aumentando, de 427 a principios de 2024 a 485 en la actualidad. El umbral de 500 miembros debería superarse el día 1es semestre.
¿Qué recomienda el jefe de Gifas para mantener a flote el sector aeronáutico? Que el Estado no reduzca su participación en Corac, que gestiona parte de la I+D del sector a través de fondos públicos y privados. Si bien el compromiso preveía una dotación de 300 millones de euros al año entre 2024 y 2027, podría reducirse a 230 millones de euros en 2025. Guillaume Faury también aboga por el mantenimiento del CIR (que representa 700 millones de euros para el sector aeronáutico) . Con un total de mil millones de euros al año, esta aportación del Estado representa el 19% del esfuerzo de I+D del sector.
El flujo de caja a veces se pone a prueba
Otras recomendaciones formuladas: apoyo a la creación de un sector sostenible del combustible de aviación, no aumento del Impuesto de Solidaridad sobre los billetes de avión (TSBA), fin de los aumentos de las tasas, mantenimiento de la financiación de la Ley de Programación Militar (que costará 3.300 millones de euros en 2025) y relajar el control regulatorio en Francia y Europa. Tantas medidas esperadas por un sector sentado sobre un montón de oro, pero que se enfrenta a situaciones financieras a veces delicadas para ciertos proveedores y competidores extranjeros que están mucho menos limitados.
Entre la necesidad de invertir y contratar, por un lado, pero la urgencia de reembolsar los préstamos garantizados por el Estado (500 millones de euros en total) y el entorno inflacionario, por otro, las arcas de los subcontratistas se ponen a prueba. Por no hablar de que el nivel de productividad sigue siendo inferior al de 2019. Ciertamente, el estudio anual de la Banque de France –realizado por encargo de Gifas– muestra una mejora del crecimiento (+9%) y de la rentabilidad en 2023. Sin embargo, 40 Los principales fabricantes de equipos presentaban ese año un riesgo de quiebra, como reveló L’Usine Nouvelle el pasado mes de octubre.
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