(Agencia Ecofin) – Los multimillonarios Bill Gates y Jeff Bezos o los gestores de fondos Cinctive y BlackRock son actores estadounidenses que dedican cada vez más financiación a empresas que exploran el sector minero africano. Apoyan a Washington en la búsqueda de minerales críticos.
537 millones de dólares. Esta es la cantidad que ha recaudado la última ronda de financiación de KoBold Metals, una suma que permitirá a esta empresa estadounidense continuar con la exploración de cobre en Zambia. El anuncio realizado a principios de año por KoBold Metals, apoyado en particular por los multimillonarios Jeff Bezos y Bill Gates, ilustra el renovado interés de los inversores estadounidenses por el sector minero africano en los últimos años.
Mientras KoBold Metals alcanza ahora una valoración de 2.960 millones de dólares y busca construir una mina de cobre en Zambia para 2030, otras empresas de propiedad estadounidense también se están movilizando en el continente. Es el caso de Lifezone Metals, que cotiza en la Bolsa de Nueva York y que cuenta entre sus accionistas con los gestores de fondos estadounidenses Cinctive y BlackRock. Lifezone está poniendo a prueba el proyecto de níquel Kabanga en Tanzania, que se espera que entregue níquel apto para baterías al mercado estadounidense para 2026.
De hecho, el suministro de metales críticos es el motivo que empuja a los inversores estadounidenses, alentados por Washington, a interesarse nuevamente por el continente. De hecho, durante la década de 2010, Estados Unidos abandonó sus últimas posiciones en el sector minero africano en beneficio de China, un retroceso simbolizado por la venta del importante proyecto de cobre y cobalto de Kisanfu (RDC) por parte de la empresa estadounidense Freeport-McMoRan a China. CMOC (antes China Molibdeno).
Mientras Estados Unidos busca ahora reducir su dependencia de China en cuanto a los minerales necesarios para la transición digital y energética, el gobierno y los inversores están apoyando el desarrollo de proyectos mineros en el continente. A los ya mencionados, citemos el apoyo brindado por Washington al desarrollo del corredor Lobito, para agilizar las exportaciones de cobre desde la RDC, o los préstamos o subvenciones concedidos a proyectos de grafito en Uganda y Mozambique.
Hay que subrayar que, no obstante, la ofensiva estadounidense interviene en zonas donde los principales depósitos de minerales críticos en África ya están controlados por entidades chinas o vinculados por acuerdos comerciales con China. Los esfuerzos de Washington se centran principalmente en nuevos proyectos cuyo desarrollo puede tardar varios años más. Cabe señalar también que la presencia estadounidense todavía se refiere principalmente a la extracción, donde cada vez más estados africanos quieren desarrollar capacidades locales de procesamiento de minerales.
Emiliano Tossou
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