En cuanto al azúcar y al trigo, el Estado tuvo que combinar varias medidas para compensar el déficit de producción nacional, consecuencia directa de una campaña agrícola marcada por la recurrencia de episodios de estrés hídrico.
En una situación descrita por el gobernador del Banco Al-Maghrib como marcada por la recurrencia de crisis sistémicas a escala global, mantener el poder adquisitivo sin comprometer los equilibrios presupuestarios es un dolor de cabeza, particularmente ante la persistencia de las presiones inflacionarias. La volatilidad de los precios de las materias primas, corolario directo del contexto de inestabilidad global, exige que el Estado despliegue esfuerzos para estabilizar los precios de los productos básicos. Y esto, empezando por la subvención al gas butano.
Según el informe sobre las indemnizaciones para el año 2025, el Estado mantuvo, durante el período enero-agosto de 2024, una ayuda importante, estimada en promedio en 63 dírhams por unidad, a pesar del aumento del precio de venta de la bombona de 12 kg, para 10 dírhams desde el 20 de mayo de 2024.
Esta ayuda, sin embargo, representa una caída del 9% respecto a hace un año, lo que refleja tanto una caída de los precios mundiales del gas butano como una optimización de los mecanismos de subvención. Con un coste total de 10,45 mil millones de dirhams (millones de dirhams), el gas butano sigue siendo la partida más importante del presupuesto de compensación.
Sin embargo, este cargo muestra una notable racionalización en un contexto de relativa estabilidad de los precios internacionales. Este compromiso forma parte de un enfoque más amplio, en el que el azúcar, otro componente esencial de la política de compensación, se benefició de un aumento del 27% en la subvención a tanto alzado por
kilogramo desde abril de 2023.
El objetivo es estabilizar el precio de venta a pesar del aumento de los costes de producción. Esta medida, considerada esencial para apoyar a los agricultores locales, supuso un aumento del 15 % del importe de la subvención, hasta alcanzar los 3.080 millones de dírhams a finales de agosto de 2024.
Al mismo tiempo, la subvención media adicional a las importaciones de azúcar en bruto, fijada en 2,18 dírhams por kilogramo, también pretende ser una respuesta a la caída estructural de la producción nacional, agravada por sucesivos episodios de sequía. Una póliza que ha costado 1,35 mil millones de DH durante los ocho primeros meses del año, lo que supone un aumento del 10% con respecto a 2023. En consecuencia, el coste acumulado del azúcar alcanza un máximo de 4,43 mil millones de DH, es decir un aumento del 13,36%.
Déficit de producción
El desafío de estabilizar los precios también se extiende al trigo blando y sus productos derivados. El Estado tuvo que combinar varias medidas para compensar el déficit de producción nacional, consecuencia directa de una campaña agrícola marcada por un agudo estrés hídrico.
La subvención a la harina nacional de trigo blando se mantuvo estable en 143,375 dírhams por quintal, para un volumen total de 6,26 millones de quintales, lo que supone una carga de 880 millones de dírhams. Además, la prima global para las importaciones de trigo blando, aunque en fuerte descenso (caída del 79%), ha permitido estabilizar los precios internos.
Esta reducción se explica por una caída de los precios mundiales del trigo, favorecida por abundantes cosechas en América del Norte y Europa. Así, el apoyo global al trigo blando, local e importado, se situó en 1.570 millones, un 50% menos. Estos ajustes presupuestarios se extienden a sectores estratégicos como el transporte. El apoyo excepcional a los transportistas por carretera, destinado a contener los costes vinculados al transporte de mercancías y personas, se ha beneficiado de hecho de un apoyo estatal de alrededor de 1,55 mil millones de dírhams durante el período analizado.
Este monto representa casi el doble del asignado para el mismo período en 2023, lo que demuestra la voluntad del Estado de evitar la propagación de la inflación. En este sentido, el Proyecto de Ley de Finanzas de 2025 prevé una dotación de 16.536 millones para ampliar este apoyo económico y social. Esta planificación presupuestaria refleja una anticipación cautelosa de las tensiones persistentes en los mercados globales y las incertidumbres climáticas a escala local.
El Estado fortalece su apoyo a las provincias del sur
En 2024, el Estado movilizó 88 millones de dírhams para subvencionar determinados productos alimentarios en las provincias del sur. Este apoyo responde a las limitaciones específicas de estas regiones, marcadas por desafíos logísticos y altos costos de suministro. También apunta a garantizar el acceso equitativo a los productos básicos a pesar de la volatilidad de los mercados internacionales.
Ayoub Ibnoulfassih / Inspiraciones ECO
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