El 22 de diciembre se celebrará en la Fonderie de Bretagne (FDB) un comité social y económico (CSE) extraordinario. Objetivo: estudiar la situación de la empresa tras el fracaso de las negociaciones, registrado el viernes 20 de diciembre, entre su principal cliente y antiguo propietario Renault, y el fondo alemán Private Assets (PA), candidato a la adquisición de la fundición situada en Caudan. , cerca de Lorient (Morbihan).
De hecho, Renault y PA no han logrado ponerse de acuerdo sobre las condiciones de la adquisición de FDB. Las discusiones terminaron definitivamente por la negativa de Renault a comprometerse con el volumen de pedidos, precisamente a mantener la cuota de mercado de sus pedidos asignados a FDB, hasta 2028. FDB y PA exigieron a ésta tener tiempo para diversificarse y alejarse de la dependencia comercial de su principal cliente.
Sin embargo, todos los interesados se habían esforzado en los últimos días: además de aportar 11.000 toneladas al plan de carga, PA se había comprometido a aportar 2,9 millones de euros a la financiación del FDB y Renault había puesto sobre la mesa 5 millones de euros adicionales, en además de los 30 millones ya pagados en parte desde la venta de FDB por parte de Renault al fondo Callista en 2022. La fundición prometió, por su parte, un plan de ahorro de 6,3 millones de euros. El Estado, principal accionista de Renault (15% del capital), apoyó el proyecto con 16 millones de euros y las autoridades locales también se comprometieron a salvar la fábrica fundada por Renault en 1965.
De este modo se completó la financiación del plan de recuperación. Pero sin compromiso sobre los pedidos de Renault, cliente casi hegemónico de FDB (el 95% de cuya producción se destina al fabricante), “la base económica del concepto de transformación [de FDB] desaparece”, dice PA en un comunicado de prensa. Esto priva al FDB de “visibilidad […] necesaria para posibilitar cualquier proyecto de recuperación industrial”, añade el Ministerio de Industria.
El fracaso de las negociaciones provocó una avalancha de reacciones de indignación que señalaron a Renault como el único responsable. “La fundición de Bretaña [a été] ejecutado fríamente por el Grupo Renault en Nochebuena”, denunció la dirección de la FDB en un comunicado de prensa, frustrando las últimas esperanzas de los 300 empleados, después de semanas de lucha. El fabricante “tiene la gran responsabilidad de este drama económico y social”, critica el diputado de Morbihan Jean-Michel Jacques (¡Juntos!) que, como el otro diputado Damien Girard (Les Ecologistes) y el presidente de la región de Bretaña, Loïg Chesnay- Girard denuncia el “cinismo” del fabricante. El Estado enfrenta a Renault con sus “responsabilidades”.
El fabricante, negándose a asumir la responsabilidad del fallo, se mostró, por su parte, sorprendido por la “repentina desvinculación de Activos Privados” y recordó que “siempre había apoyado a la FDB mediante pedidos y cobertura de pérdidas”.
Hacia un procedimiento de respaldo
El futuro del FDB parece sombrío. Desde el 20 de diciembre, “algunos clientes ya nos han escrito para pedirnos que recuperemos sus herramientas”, indica Jérôme Dupont, director de FDB en L’Usine Nouvelle. También teme que nuevos clientes “para los que hemos desarrollado prototipos decidan no seguir adelante”. En términos de flujo de caja, dice que está “tranquilo al menos hasta finales de enero”. Según el directivo, la FDB “debería ser puesta en procedimiento de salvaguardia. Durante esta fase, el tribunal de comercio de Rennes buscará un comprador. Pero todos los compradores serios [qui se sont présentés en 2024 après l’annonce du départ de Callista, NDLR] basaron su enfoque en mantener los volúmenes de Renault”, señala desilusionado. “Quizás habrá ofertas serias, pero nunca tan altas como la de Activos Privados”, cree.
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