Transformar las calles ruidosas en espacios habitables tranquilos: este es el objetivo que persiguen muchas ciudades suizas. Algunos ya han dado el paso, como Zurich. Desde esta primavera, una losa ha cubierto 1,7 kilómetros de autopista, en el distrito 12 de la ciudad. Como resultado, los residentes ahora disfrutan del canto de los pájaros en lugar del estrépito de los miles de automóviles que utilizan esta ruta todos los días. Este ambicioso proyecto, realizado durante veinte años, le costó a la ciudad 450 millones de francos.
A pesar de estos altos costos, los resultados inspiran a otras ciudades. En Friburgo, un proyecto similar está en marcha en la A12 con un recorrido de 1,2 km, según informó la “SRF”. El coste total se estima en 227 millones de francos, pero la inversión promete transformar la zona en un espacio habitable sostenible, con un parque, viviendas y un barrio con capacidad para albergar a 30.000 personas.
En el resto de la Suiza alemana se están llevando a cabo iniciativas similares. En Berna está previsto un túnel de circunvalación para desviar el tráfico de la autopista hasta 2045, mientras que en Argovia está previsto un techo de 1 km. Algunas ciudades ya están cosechando los beneficios de estos proyectos. En San Galo, la Feria Agrícola Suiza (OLMA) ha construido un nuevo pabellón encima de la autopista y al oeste de Berna se encuentra ahora el centro comercial Westside en un tramo cubierto por la autopista desde 2008.
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