Señor Primer Ministro,
Desde hace varios años, el Regroupement des Auberges du coeur du Québec aprovecha la temporada navideña para compartir con ustedes sus deseos para los jóvenes en dificultades. Este año no es una excepción, pero queremos llamar su atención sobre una situación cada vez más alarmante: las necesidades de los jóvenes quebequenses que acuden diariamente a los albergues son cada vez mayores y los medios para responder a ellas son cada vez más escasos.
Todos deberían tener un techo sobre sus cabezas y derecho a una vivienda digna. Sin embargo, con la prolongada crisis inmobiliaria, este derecho no es accesible para todos. La mayoría de los jóvenes, y en particular los que frecuentan los Auberges, se ven muy afectados.
Señor Legault, al final de la sesión parlamentaria, usted expresó sus propios deseos navideños: recibir una “batería”, esperando que Papá Noel no quiebre. Nosotros también lo esperamos, porque ¿qué haríamos si la esperanza que trae desapareciera?
Itinerancia
Deseo que su “batería” tenga buen y alto voltaje. Esperando que arroje luz sobre esta triste realidad del sinhogarismo entre los jóvenes, situación que cada día va en aumento. Que os ilumine sobre la importancia de la prevención y la necesidad de comprometerse a invertir en la financiación de la misión de las organizaciones de alojamiento comunitario para jóvenes, como los Auberges du coeur. No los dejes a oscuras.
Para luchar contra el sinhogarismo, debemos actuar en prevención para evitar que los jóvenes acaben allí. Apóyelos para que regresen a la escuela, encuentren un trabajo o aprendan a afrontar la vida con un diagnóstico de salud mental. Sin un fuerte apoyo comunitario durante el resto de su viaje, ¿podrán continuar con el impulso iniciado aquí?
Dejemos de esconder la cabeza en la arena, de querer ponerlos en un refugio a toda costa: esta no es una solución a largo plazo para ayudarles a evitar la calle o salir de ella, sino una respuesta de emergencia que debería llegar como último momento. ¡complejo! Es lo mismo que tapar un agujero con cinta adhesiva, no supondrá ninguna diferencia real en el problema. Nuestros jóvenes son el presente y el futuro de nuestra sociedad. Es imperativo invertir en organizaciones adecuadas y proporcionarles recursos para alimentar su esperanza y alimentar su luz.
Actuar con el corazón
Para comenzar tu año 2025 como un “león”, ¡es hora de invertir con el corazón! Imaginemos por un momento que un joven de la edad de sus hijos necesitara un Auberge du coeur, pero que por falta de financiación y de medios para pagar a sus trabajadores, tuviera que cerrar camas y no pudiera acogerlo. Esta idea, por inconcebible que parezca, es un reflejo de la realidad a la que se enfrentan los Auberges cada día.
¡Es urgente actuar! ¡Ayúdanos a ofrecer condiciones de empleo dignas de ese nombre en los albergues juveniles comunitarios para que puedan continuar con su misión, una labor que el Estado no podría realizar por sí solo!
Para el próximo año, nuestro deseo es simple: permitir que todos los jóvenes alcancen logros, realicen sus sueños y se sientan orgullosos de ser parte de nuestra sociedad. Para que esto suceda, el aporte del sector comunitario es fundamental. Señor Legault, actúe para que mañana los albergues del corazón puedan seguir abriendo sus puertas a los jóvenes en dificultades.
Foto cortesía de Sacha Bourque
Paula Dalphond
Director General, Regroupement des Auberges du coeur du Québec
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