Ligero alivio en Europa. La inflación en la zona del euro aumentó algo menos de lo esperado en noviembre, hasta el 2,2% interanual, tras el 2% en octubre, anunció Eurostat, en una segunda estimación publicada este miércoles 18 de diciembre. En su primer balance publicado el 29 de noviembre, la Oficina Europea de Estadística informó de un aumento de los precios al consumo del 2,3% en los 20 países que comparten la moneda única.
En noviembre, la inflación continuó su repunte iniciado en octubre, debido a una menor caída de los precios de la energía. Recordemos que en septiembre alcanzó su punto más bajo en tres años y medio, el 1,7%, antes de subir al 2% en octubre, el objetivo fijado por el BCE. La inflación subyacente -corregida por la volatilidad de los precios de la energía y los alimentos-, que es una referencia para los mercados y los banqueros centrales, se ha mantenido estable desde septiembre, en el 2,7%.
El BCE vuelve a bajar sus tipos… todavía con cautela
Política monetaria relajada
Además, esta evolución no modifica la tendencia general de moderación de los precios al consumo, lo que debería permitir al Banco Central Europeo (BCE) seguir bajando los tipos de interés.
“Si los datos que llegan siguen confirmando nuestro escenario base”que prevé un retorno de la inflación al objetivo del 2% durante 2025, luego “La dirección es clara: planeamos bajar aún más los tipos de interés”declaró Christine Lagarde el lunes durante un discurso en Lituania, en Vilna.
Hasta la fecha, la política monetaria “sigue siendo restrictivo”lo que significa que el coste todavía elevado del dinero perjudica a la economía, había subrayado anteriormente. Y ello, aunque el BCE rebajó el pasado jueves su tipo de referencia por cuarta vez desde junio, hasta situarlo en el 3%, después de que alcanzara su máximo histórico del 4% en 2023.
Recortes de tipos: por qué la Reserva Federal avanza en la niebla
Pero el BCE puede permitirse el lujo de relajar su política monetaria, porque el entorno en la zona del euro ha cambiado radicalmente desde el pico de inflación de más del 10% observado en el otoño de 2022. Dos años después, la preocupación sigue aumentando. “Perspectivas de crecimiento más débiles de lo esperado y mayor incertidumbre vinculada a acontecimientos geopolíticos”declaró el presidente de la institución. “La creciente incertidumbre geopolítica podría generar nuevos shocks en la confianza de los hogares”lo que ralentizaría el consumo, según ella. Especialmente, “Si Estados Unidos –nuestro mayor mercado de exportación– adopta una política proteccionista, el crecimiento en la zona del euro corre el riesgo de verse afectado”añadió.
Por su parte, los mercados anticipan que el BCE realizará varios recortes adicionales de tipos en 2025 para llevar el tipo de referencia a alrededor del 2%, es decir, el llamado nivel neutral que no penaliza ni apoya a la economía. El BCE ha puesto su comunicación en sintonía con los mercados: ahora dice que ya no es necesario que los tipos se mantengan “suficientemente restrictivo durante el tiempo que sea necesario”una fórmula utilizada desde 2022 en un contexto de alta inflación e incertidumbre sobre su trayectoria futura. Según la nueva fórmula inaugurada durante su reunión del jueves, la institución confía en un retorno «duradero» de inflación en los momentos más destacados de su mandato y planea una política “adecuado” sobre tarifas, basándose en datos económicos.
(Con AFP)
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