La industria del automóvil está en crisis: decenas de miles de empleados deben ser despedidos, las ventas de coches eléctricos se estancan, mientras la competencia china sigue creciendo. Un período de crisis que afecta también a las empresas y a los beneficiarios de los vehículos de empresa.
“A la luz de los recientes acontecimientos en el sector automotriz y los cambios regulatorios y fiscales, surgen muchas preguntas”, explica la Casa del Automóvil (HOA) en un comunicado de prensa emitido el viernes. Estas preguntas se refieren a un posible aumento de los costes de arrendamiento y a la mayor complejidad de la gestión diaria.
Casi el 50% de los vehículos de empresa son utilizados por trabajadores transfronterizos
Por este motivo, la Casa del Automóvil organizó el jueves por la tarde una conferencia en la Cámara de Comercio dedicada a estos retos. La organización coordinadora House of Automobile reúne a organizaciones representativas del sector del automóvil. Entre ellos, Fedamo para concesionarios y talleres, Mobiz para empresas de leasing y alquiler y Febiac para fabricantes e importadores.
Gerry Wagner, portavoz de la Asociación de Propietarios, destacó “la gran importancia económica de los coches de empresa, así como su papel en la transición energética del país”. En total se venden cada año unos 19.000 coches de empresa, lo que corresponde a alrededor del 40% de las matriculaciones de vehículos privados. Se estima que entre el 40 y el 50% de estos vehículos de empresa son utilizados por trabajadores transfronterizos, lo que supone entre 10.000 y 12.500 ventas de vehículos privados al año. Sin un sistema para los vehículos de empresa, este mercado recaería exclusivamente en los países vecinos.
Un activo esencial para los talentos
“Si los vehículos utilizados por los residentes se transformaran en vehículos de propiedad privada, se esperaría que estos vehículos permanecieran en propiedad el doble de tiempo en promedio”, señala la Asociación de Propietarios. Esto supondría que el número de ventas a particulares se reduciría a la mitad y, en consecuencia, el número anual de ventas y matriculaciones disminuiría en unas 7.000 unidades.
“El vehículo de empresa sigue siendo un activo esencial para atraer, motivar y retener talento, en un contexto en el que la economía luxemburguesa debe seguir siendo competitiva”, escribe la Asociación de Propietarios. Los coches de empresa promueven “una flota de vehículos más nueva, tecnológicamente avanzada, más segura y más respetuosa con el medio ambiente”.
Pero la sentencia QM, que obliga a las empresas que ponen a disposición de sus empleados vehículos transfronterizos a comprobar si están sujetos al IVA, desempeña un papel crucial en este contexto y plantea interrogantes. “No reinventa el IVA ya existente sobre el uso privado del vehículo, pero complica su aplicación, en particular a través de las normas del país de residencia y de la retroactividad, lo que requiere un apoyo adecuado. El beneficio en especie sigue siendo muy atractivo, especialmente para los vehículos de cero emisiones hasta 2026, y el impacto financiero del aumento para los vehículos con motor de combustión sigue siendo manejable”, concluye la Asociación de Propietarios.
Este artículo fue publicado originalmente en el sitio web de palabra de luxemburgo.
Adaptación: Thomas Berthol
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