La distribuidora Auchan, buque insignia de la galaxia Mulliez desde hace mucho tiempo, presentó el martes 5 de noviembre a los representantes de sus empleados en Francia un proyecto de plan social de magnitud, que amenaza 2.389 puestos de trabajo en Francia, en particular con el cierre de una decena de tiendas. En detalle, Auchan, que emplea a unas 54.000 personas en Francia, prevé suprimir 784 puestos en su sede y 915 puestos en sus tiendas. Por eso, este sábado 14 de diciembre, se manifestaron una veintena de empleados de Auchan Mont-Saint-Martin.
Los gerentes de tienda se hicieron cargo temporalmente de los departamentos para reemplazar a los huelguistas.
“El PES podría ampliarse y nadie está a salvo”
En el centro de esta movilización: el miedo de ver potencialmente despedidos a 14 empleados en un contexto en el que, según los huelguistas, “la tienda funciona bien y genera beneficios”.
Entre las consignas escuchadas en los pasillos del centro comercial, la de Safia, representante sindical de la CGT, resume el estado de ánimo de los manifestantes: “Nos solidarizamos con los compañeros amenazados”. “El PSE podría extenderse a otras marcas del grupo y nadie está seguro”, preocupa Fabrice, delegado de la CFDT. Varias tiendas, como Woippy o Bar-le-Duc, ya han cerrado sus puertas.
Presente para apoyar a los empleados, Jawad Mahjoubi, secretario general territorial de la CGT en el ayuntamiento de Longwy, deplora una situación que califica de “inconsistente”. ¿Cómo podemos considerar despedir a 12 vendedores cuando la tienda es rentable? El grupo Mulliez, propietario de Auchan, genera beneficios considerables y recientemente ha pagado mil millones de euros en dividendos a Decathlon. Hay dinero, pero permanece en los bolsillos de los empresarios”.
“No nos quedaremos en la inacción”
Los huelguistas denuncian también la impotencia de la dirección local ante las decisiones tomadas a nivel nacional. “La dirección no puede hacer nada, pero políticamente nuestros funcionarios electos tampoco tienen medios para defendernos”, lamenta Safia. El grupo Mulliez, propietario también de Celio, Cultura y Kiabi, se destaca por sus decisiones estratégicas. “Tenemos que golpear las carteras de los accionistas”, insiste un empleado en huelga.
Según los sindicatos, el actual PSE podría ser sólo el comienzo: “Un PSE puede recurrir a otro. ¿Quién será el próximo? Seguiremos movilizados mientras sea necesario”, concluye Safia, decidida a mantener la presión.
La dirección, por su parte, dice estar “confiada”. “Soy optimista, con la rotación que hay podremos recuperar a los empleados afectados por la eliminación en otros puestos”, asegura Sébastien Grosjean, director de Auchan Mont-Saint-Martin.
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