Es una queja que no escuchamos. ¿Quién presta atención a la huelga de quince carteros aquí, dieciocho carteros allá? Sin embargo, la lectura de la prensa diaria regional, que enumera esta letanía de conflictos que duran unos días, en todo el territorio, acaba planteando interrogantes. Citemos, en desorden desde hace un año, la huelga de Saint-Malo y Dinard (Ille-et-Vilaine), la de Evreux (Eure), la de Mirande (Gers), la de Bétheny (Marne), la de Bastillac (Haute- Pirineos), en Bayona (Pirineos Atlánticos), en Saint-Junien (Alto Vienne) o en Chelles (Sena y Marne) y nuevamente, este miércoles 27 de noviembre, en Audierne (Finisterre). Hay uno nuevo casi todas las semanas.
¿El motivo del descontento? Siempre lo mismo. “El personal denuncia la eliminación de dos rondas de distribución, como parte de una nueva organización vigente desde octubre”, así nos enseña El telegrama Martes. ¿A Mirandé? Ellos enfatizaron “Reducciones de empleo y aumento de la carga de trabajo como parte de un plan de reorganización”. ¿En Saint-Malo? ¿En Saint-Junien? “Una reorganización”, bis.
Esto se debe a que los carteros están viviendo un gran momento de cambio. Los paquetes reemplazan a las postales. En 1990, “El 70% de la facturación de La Poste” fue enviado por correo, una tarifa que bajará “al 15% a final de año” 2024, recordó su director general, Philippe Wahl, a los senadores en abril. Esta continua caída de volúmenes obliga al grupo a reinventarse y diversificar su actividad ofreciendo nuevos servicios. La Poste proyecta, por ejemplo, que su floreciente reparto de comidas a las personas mayores se convertirá en la principal actividad de los carteros en 2035. Estos últimos no cuestionan la necesidad de una evolución del modelo y de la profesión. Pero esto no es indoloro.
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“Cada oficina se reorganiza cada dos años, lo que es sobre todo una forma de eliminar viajes y trabajos de forma regular. Por eso hay conflictos en todas partes”. resume Pascal Frémont, secretario federal del SUD-PTT para Pays de la Loire. Un recorrido eliminado significa que muchas calles se reasignan a otras.
La Poste destaca que el número de días de huelga ha ido disminuyendo constantemente en los últimos años: 15.100 en 2023 y 13.600 en 2024 (acumulado de días individuales no trabajados). Y aún así. “En Saint-Junien, el 90% de los compañeros se declararon en huelga. Ya no pueden terminar a tiempo las giras decididas por la última reorganización cuando les sale una nueva. Hay fatiga generalizada, sufrimiento real en el trabajo”. relata Laurent Madore, secretario general de la CGT-FAPT Alto Vienne.
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