El Senado asestó un importante revés al gobierno al bloquear una medida emblemática del presupuesto de 2025. La propuesta de aumentar los impuestos sobre la electricidad, más allá de los niveles previos a la crisis energética, fue rechazada.
Impuestos a la electricidad: oposición transpartidista contra un aumento considerado injusto
El 26 de noviembre de 2024, la Cámara alta rechazó por amplia mayoría la idea de aumentar el impuesto interno al consumo final de electricidad (TICFE). Senadores de todos los bandos, desde la derecha hasta los socialistas, denunciaron una medida “socialmente injusta” “. Thierry Cozic, senador socialista, insistió: “ El gobierno eligió el camino fácil para encontrar nuevos ingresos. »
Este rechazo pone en duda la estrategia presupuestaria del ejecutivo, que contaba con este aumento para recaudar 3.000 millones de euros en 2025. En respuesta, los senadores optaron por un aumento de los impuestos a la gasolina, opción que también provoca críticas.
La propuesta del Senado se basa en un reequilibrio: favorecer la electricidad, una energía libre de carbono, en detrimento del gas. Según Jean-François Husson, ponente general del proyecto de presupuesto, este enfoque limitaría el aumento de las facturas de las viviendas con calefacción eléctrica. Una casa de 100 m² vería un aumento en la factura del gas de 60 euros al año, frente a una pérdida estimada de entre 200 y 300 euros en electricidad si se hubiera aplicado el aumento.
Sin embargo, el gobierno sigue oponiéndose a esta alternativa. “ Un aumento del TICFE habría permitido mantener la promesa de una reducción del 9% en la factura de la luz para el 80% de los franceses », defendió el Ministro de Presupuesto, Laurent Saint-Martin. Esta reducción de facturas está prevista para el 1 de febrero de 2025.
Una decisión que complica la tarea del ejecutivo
Este rechazo constituye un duro golpe para el gobierno de Michel Barnier, que ya se encuentra bajo presión al examinar su presupuesto. La medida formaba parte de un paquete destinado a equilibrar las cuentas públicas. Con una deuda que supera el 110% del PIB, cada euro cuenta.
El Senado, sin embargo, validó otras medidas fiscales, como un impuesto a las rentas altas. Sin embargo, estas medidas no serán suficientes para llenar el agujero presupuestario. Las críticas se acumulan, en particular por parte del Congreso Nacional, que ha convertido esta cuestión de la electricidad en una “línea roja” como parte de una posible censura gubernamental.
A medida que caen los precios mayoristas de la electricidadel gobierno quería aprovechar esta pausa para aumentar discretamente los impuestos sin afectar directamente las facturas de los hogares. Pero la negativa del Senado hace que esta estrategia quede obsoleta.
De aquí a febrero de 2025, el ejecutivo tendrá que encontrar otras soluciones para cumplir su promesa de reducir los precios y satisfacer al mismo tiempo las necesidades presupuestarias.
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