La ampliación del uso de vales de comida en los supermercados suscita serias preocupaciones entre los profesionales del sector de la restauración y las autoridades que supervisan el sistema. La Comisión Nacional de Vales Comida (CNTR) alerta de una posible eliminación de las exenciones fiscales, amenazando hasta 100.000 puestos de trabajo.
Una prórroga criticada por la CNTR y los restauradores
La Asamblea Nacional amplió recientemente, hasta finales de 2026, la posibilidad de utilizar vales de comida para todos los productos alimentarios, incluidos los supermercados. Esta medida, inicialmente adoptada para responder a la crisis sanitaria, ahora es criticada por la CNTR y los restauradores.
Jean-Michel Rousseau, vicepresidente de la CNTR, advierte: “ Si el bono de comida se desvía de su finalidad, existe el riesgo de que el Tribunal de Cuentas cuestione la exención de tasas. » Este mecanismo, destinado a financiar las comidas tomadas durante la pausa del almuerzo de los empleados, apoya principalmente al sector de la restauración.
Según un estudio de la CNTR, el sistema contribuirá a la economía local con 14.000 millones de euros en 2023, de los cuales 8.600 millones se inyectarán en la comida tradicional y rápida. Sin embargo, la gran distribución, que se beneficia de una parte cada vez mayor de estos ingresos extraordinarios, suscita preocupación: de ella dependen menos de 7.500 puestos de trabajo directos, frente a los 76.000 de la restauración. La pérdida de la exención podría provocar la desaparición de 40.000 puestos de trabajo, según las proyecciones.
Se debaten soluciones para preservar los vales de comida
Frente a estas cuestiones, se mencionan varias vías. La CNTR propone establecer límites máximos diferenciados en función del uso de los bonos de comida: 25 euros para las comidas consumidas inmediatamente, y un límite inferior para las compras en supermercados. También se está preparando una reforma global del sistema para 2025, por iniciativa del Secretario de Estado de Consumo, Laurence Garnier.
Por parte de los restauradores, las críticas también son fuertes. Thierry Marx, presidente de la Unión de Industrias y Comercios Hoteleros (Umih), describe esta ampliación como “ escándalo » y aboga por la creación de un título dedicado a la distribución masiva. Romain Vidal, representante del Groupement des Hôtelleries & Restaurations de France (GHR), sugiere un doble techo: 15 euros para alimentos y 25 euros para comidas en restaurantes.
Sin embargo, los grandes minoristas defienden la ampliación de los vales de comida. Según Layla Rahhou, delegada general de la Federación de Comercio y Distribución, esta medida responde a nuevos hábitos de consumo ligados al teletrabajo y la preparación de comidas caseras.
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