Si hay una aerolínea que domina a la perfección las tácticas de presión mediática esa es Ryanair. El gigante europeo de las low cost lo demuestra una vez más con este ultimátum que acaba de dirigir al gobierno francés: si este último no renuncia al importante aumento de la imposición de los billetes de avión, previsto en el proyecto de ley financia 2025 para reforzar la fiscalidad. unos ingresos de 1.000 millones de euros, suspenderá sus actividades en diez aeropuertos regionales. Y esto, con efecto inmediato a partir del 1 de enero. Esta decisión fue anunciada en La tribuna por Jason McGuinness, director comercial de Ryanair.
Impuesto al transporte aéreo: la batalla de los números está en marcha
Según el jefe del grupo irlandés, esta suspensión repentina irá acompañada de una reducción del 50% de los vuelos en los aeropuertos regionales franceses. Cuando se le preguntó sobre la magnitud de tal decisión, Jason McGuinness no dio cifras precisas y se limitó a indicar que Ryanair opera en alrededor de 22 aeropuertos regionales en Francia en invierno y un poco más en verano.
Consecuencias inmediatas
La lista de aeropuertos regionales que se verán afectados aún no se ha finalizado, y Jason McGuinness especificó que se están llevando a cabo conversaciones con las plataformas potencialmente afectadas. Si, no obstante, se confirma la aplicación del aumento del impuesto sobre los billetes de avión, asegura que la decisión será inmediata y se aplicará sin período de adaptación.
“El impacto inicial en los aeropuertos regionales franceses se verá a partir del 1 de enero”, afirma el director comercial de Ryanair.
Sin embargo, asegura que cerrar líneas en Francia no es lo que Ryanair quiere hacer, lamentando posiblemente tener que abandonar aeropuertos en los que la compañía está establecida desde hace 20 años. Pero evidentemente hará falta algo más que una dimensión emocional para que el operador de bajo coste renuncie a su ultimátum.
El impacto podría entonces ir más allá, con consecuencias para la temporada de verano -la más importante en términos de actividad y rentabilidad-, pero también para los aeropuertos más grandes. El director comercial indica que es demasiado pronto para saber si habrá reducciones en las bases de Ryanair en Francia -sabiendo que la compañía ya ha anunciado el cierre de su base en Burdeos-, pero que probablemente ya no serán prioridades para el despliegue de nuevas capacidades.
Aire: el modelo low cost marca su paso económicamente
Para justificar esta decisión, Jason McGuiness explica que se trata de un aumento del 260% de este impuesto solidario sobre los billetes de avión (TSBA), en lugar de hablar de un aumento de entre 2,63 y 7,51 euros (en clase económica, en vuelo nacional o europeo, con salida desde Francia). Considera, pues, que se trata de un ataque contra los franceses corrientes que viven en la provincia y que sólo afectará moderadamente a la élite parisina.
competición europea
Sobre todo, el director comercial sitúa este incremento en un contexto de Actualmente se ha exacerbado la competencia entre países, regiones y aeropuertos para atraer aerolíneas. Recuerda así que las aerolíneas en Europa aún no han recuperado sus capacidades antes de la crisis sanitaria. Basándose en las cifras de Eurocontrol, estima que el número de vuelos en Francia sigue siendo un 8% menor que en 2019 y que sólo Alemania está peor dentro de la Unión Europea. A esto añade que Ryanair es la única compañía que continúa desplegando capacidad masivamente, aunque no señala que la compañía se ve actualmente limitada por retrasos en la entrega de aviones.
En este contexto, el director comercial cree que Ryanair no tiene motivos para permanecer en los aeropuertos regionales franceses si puede obtener mejores condiciones en los países vecinos.
“Seremos mucho más capaces de desplegar esta capacidad en otros lugares, en Italia, España, Polonia, Europa central y oriental”afirma Jason McGuinness, estimando que la cuestión no es si las líneas en los aeropuertos franceses seguirían siendo rentables con el impuesto reforzado, sino dónde Ryanair puede maximizar sus beneficios. El directivo explica que su empresa ha confirmado un crecimiento del 25% en Suecia el próximo año, con el despliegue de dos aviones más, tras la supresión del impuesto local sobre el transporte aéreo.
“Vemos países en Europa aboliendo los impuestos a la aviación, como Hungría o Suecia, donde nació la vergüenza de volar, o regiones como Calabria, Trieste y Pescara en Italia. Lo hacen porque compiten para atraer una capacidad aérea que todavía es limitada en la actualidad. Lamentablemente, con esta propuesta fiscal, el gobierno francés está haciendo exactamente lo contrario”, explica Jason McGuinness a La Tribune.
Si bien los representantes de la bandera francesa se han movilizado ampliamente para denunciar este proyecto fiscal desde su anuncio, sin mucho éxito hasta el momento, este ultimátum de un gigante como Ryanair podría resonar con mucha más fuerza.
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