Los propietarios de vehículos viejos se sorprendieron al recibir el importe del impuesto sobre automóviles de 2025. Para algunos, la factura aumentó en un 500%.
En Ginebra, los propietarios de vehículos viejos se sorprendieron al recibir recientemente el importe del impuesto sobre el automóvil para 2025. Para algunos, la factura aumenta un 500%.
La información fue revelada por Léman Bleu y el Tribune de Genève. En TCS Ginebra se informó el martes que había recibido numerosas llamadas de personas preocupadas. Desde el punto de vista financiero, para una parte de la población es difícil soportar un golpe tan grande, que se produce, además, a finales de año.
Las llamadas telefónicas proceden principalmente de personas de clase media baja o de jubilados, que tienen coches de más de 15 años, precisa Yves Gerber, director de la sección de Ginebra del TCS.
El origen de estos espectaculares aumentos es una ley cantonal aprobada en una votación el pasado mes de marzo. Titulado “Por una fiscalidad ecorresponsable y justa de los vehículos de motor”, el texto era una contrapropuesta a una iniciativa de la UDC que pedía reducir a la mitad el impuesto sobre los vehículos.
Emisiones de CO2
La nueva normativa vigente somete a los vehículos eléctricos o de hidrógeno a una tributación basada en el peso en vacío. Los vehículos térmicos pagan impuestos en función de sus emisiones de CO.2. Una medida que, en definitiva, penaliza duramente a determinados propietarios de coches antiguos, independientemente de la cilindrada.
Por ejemplo, para un VW Polo de gasolina del año 2001, el impuesto pasa de 210 francos a 750 francos. Este importe se compone del impuesto anual de 120 francos y de un recargo sobre las emisiones de CO.2 que asciende a 630 francos. El recibo especifica que el total se pagará a más tardar el 31 de diciembre.
Para el propietario de un monovolumen familiar Citroën Evasion de gasolina del año 1998, que emite 252 gramos de CO2 por kilómetro, la factura es aún mayor. El impuesto sobre su vehículo pasó de 297 francos a 2.100 francos, señala Gerber. Según él, los propietarios de autocaravanas también se enfrentan a enormes aumentos.
Interrogado por la Tribune de Genève, Lucien Willemin, autor del libro “Stop a los residuos de automóviles”, califica esta nueva ley de Ginebra de “desastre medioambiental”, porque fomenta los residuos de automóviles. Señala que un automóvil, con sus 180.000 componentes, es un objeto de fabricación muy contaminante.
Según Willemin, sería más prudente “cuidar nuestros vehículos y hacerlos durar más”. El ponente recuerda que la fabricación de un vehículo “no es nada limpia”. Requiere enviar sustancias tóxicas al aire, al agua y al suelo. “Pero esta contaminación química no se puede compensar con el uso”.
Reacciones políticas
Varios partidos políticos han reaccionado ante estos brutales aumentos de los impuestos a los automóviles. El movimiento Libertades y Justicia Social (LJS) está haciendo campaña, por ejemplo, a favor de la introducción de un límite fiscal a los impuestos sobre los vehículos de motor. El MCG, por su parte, propone abiertamente una moratoria sobre los aumentos de impuestos a los automóviles para 2025.
La UDC, que denuncia “un aumento demencial”, volverá a presentar su proyecto de ley que pretende reducir a la mitad “este impuesto injusto”. El partido solicitará su inclusión en el orden del día de la sesión del jueves del Gran Consejo de Ginebra, así como urgencia y discusión inmediata.
El PLR, por su parte, exige pagos mensuales del impuesto sobre los automóviles para 2025 y ha anunciado la presentación de un proyecto de ley en este sentido. Los liberales radicales también piden una revisión de la ley aprobada por el pueblo para eliminar incoherencias y efectos de umbral muy significativos.
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