Se espera que Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, asista el martes en Brownsville, Texas, a la sexta prueba de Starship, el megacohete desarrollado por SpaceX, propiedad de Elon Musk.
La visita se produce cuando SpaceX intentará una vez más recuperar la primera etapa de Starship utilizando brazos mecánicos, una maniobra exitosa en octubre pero que aún debe confirmarse para demostrar la reutilización de este pesado lanzador.
Donald Trump impresionado por SpaceX
Las restricciones de vuelo estarán vigentes en los alrededores de la zona de lanzamiento durante la ventana prevista a partir de las 16.00 horas locales (23.00 horas en París), mientras que las que rodean la residencia de Donald Trump en Florida se levantarán temporalmente.
En octubre, el éxito de SpaceX impresionó a Donald Trump, quien comparó el programa con “una película” en su discurso de victoria. Su presencia en el lanzamiento del martes marca otro ejemplo de su apoyo público a Elon Musk y la industria espacial privada.
Una relación especial entre Trump y Musk
Este viaje pone de relieve una vez más los estrechos vínculos entre los dos hombres, ya que Elon Musk desempeñó un papel importante en la campaña electoral de Donald Trump, financiándola con varias decenas de millones de dólares.
Y desde su victoria, Donald Trump ha aumentado sus colaboraciones con Elon Musk, nombrándolo para encabezar una comisión destinada a reducir la burocracia y el gasto público. Pero esta proximidad plantea dudas sobre posibles conflictos de intereses, particularmente debido a los importantes contratos de SpaceX con la NASA y las tensiones pasadas entre Elon Musk y la FAA, la agencia que regula los vuelos espaciales.
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