“Hoy tengo un deseo apremiante de romper esta cadena de sacrificios, de escucharme a mí mismo y centrarme en lo que realmente me hace feliz, sin preocuparme por el juicio de los demás, ni siquiera por lo que yo mismo habría podido soportar unos años más. hace”, escribió el empresario en una carta abierta en las redes sociales de Béluga el pasado miércoles por la noche.
Comenzó su reflexión en febrero cuando dio a luz a su tercer hijo. Saguenay de nacimiento, pero establecida en Quebec, la Sra. Bergeron a menudo se sentía atrapada entre estar al cuidado de su familia en el C e impulsar su negocio al otro lado de la Ruta 175.
Según ella misma admite, no oculta que las ventas en las tiendas no estuvieron al nivel que esperaba, después de trasladar todo del Faubourg Sagamie de Jonquière a la arteria principal de Chicoutimi.
“Mi visión de la vida realmente ha cambiado en el último año. En ese momento, estaba embarazada y trabajé en línea durante 25 días preparándome para la mudanza. La Ann-Laurie de hace un año sólo tenía un objetivo en mente: el trabajo y el reconocimiento que conlleva”, afirma.
“Ahora encuentro satisfacción en la felicidad de mis empleados, mi familia y mis hijos. Antes era un poco más ingenuo”.
— Ann-Laurie Bergeron, propietaria de Béluga
El cariño de sus clientes.
Cariñosamente apodada “BéluMoms”, los clientes de Béluga respondieron por centenares al anuncio del cierre de la tienda. Si no fue con publicaciones en las redes sociales, fue apareciendo en grandes cantidades cuando comenzó la venta de liquidación de inventario el viernes por la mañana.
Desde primera hora de la mañana se pudieron observar largas colas en el exterior del negocio. Según Ann-Laurie Bergeron, el tiempo de espera podría llegar incluso a dos horas antes de pagar.
El futuro en lo digital
Todavía un poco bajo la adrenalina de este día, el propietario señala que el futuro de las ventas pertenece efectivamente a lo digital. Si bien desde hace mucho tiempo la facturación de Béluga se divide equitativamente entre ventas físicas y ventas digitales, la segunda categoría ha tenido un gran despegue en el último año.
Actualmente, cerca del 70% de las compras se realizan a través del sitio web de Béluga. Una situación que ya no garantizaba la rentabilidad de la tienda.
Incluso para la emprendedora, todos los aspectos relacionados con lo digital (gestión, creación de contenidos, transmisiones en vivo, marketing, intercambios con la comunidad) eran las partes favoritas de su trabajo.
“El solo hecho de estar en línea me permitirá conciliar mejor, pero también es lo mismo para mis clientes. Nuestras cifras lo dicen todo: vendemos mucho más online que en las tiendas. Los clientes pueden quedarse en la comodidad de sus hogares y realizar su pedido. Reciben su paquete al día siguiente o vienen a recoger sus artículos a la tienda. Esto es lo que realmente ha aumentado en el último año, desde la mudanza”, ilustra Bergeron, que había terminado de escribir su tesis en economía financiera para embarcarse en esta aventura.
La tienda online reabrirá sus puertas el 17 de noviembre a las 18 horas.
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