Después de las obras de la línea de alta velocidad este fin de semana, los trenes pasarán a funcionar desde un único centro operativo en Lyon.
La línea de alta velocidad París-Lyon, parada este fin de semana por obras de modernización, será gestionada ahora desde un único centro operativo en Lyon, que controlará los aproximadamente 240 trenes que circulan desde la reanudación del tráfico el miércoles y que ahora circulan diariamente. sus rieles.
Anteriormente ubicado en París, este es el nuevo “núcleo del reactor” de la línea TGV, resume el director general de SNCF Réseau Matthieu Chabanel durante una visita abierta a la prensa el domingo. Un gran edificio “muy seguro” construido hace un año, añade.
Nuevo sistema de señalización
En la sala de control, los ojos están pegados a la pantalla gigante negra en la que un borde rosa imita el recorrido de esta línea de 460 kilómetros de longitud, una de las más transitadas de Europa y que representa por sí sola un tercio del tráfico nacional de alta velocidad, según la SNCF. .
Es aquí donde un centenar de agentes de la SNCF controlarán día y noche los desvíos de la línea entre París y Lyon, pero también entre Lyon y Valence, controlarán la posición de los TGV en tiempo real y garantizarán su buen suministro eléctrico.
Desde el viernes por la tarde no circula ningún TGV por la línea. La SNCF está instalando un nuevo sistema de señalización, el ERTMS, que aumentará la frecuencia de los trenes a 16 por hora y por sentido de aquí a 2030, frente a los 13 actuales.
Puntualidad y seguridad.
Este nuevo sistema también debe mejorar la puntualidad de los trenes, la seguridad y, sobre todo, permitir la interoperabilidad de las redes europeas, ya que los países de la Unión Europea deben equipar progresivamente sus líneas principales.
A la espera de la reanudación del tráfico prevista para el miércoles a las 5 de la mañana, en esta sala de control de Lyon se están realizando pruebas para comprobar, en particular, el correcto funcionamiento de los 57.000 cables, que deben reconectarse a cerca de 250 estaciones de señales.
“Hasta ahora, desde 2016, los trabajos se hacían de noche entre el último y el primer tren”recuerda Matthieu Chabanel. “Pero fue imposible realizar esta gran acción poco a poco, necesitamos cuatro días”añade.
La instalación del sistema ERTMS en la línea París-Lyon costará 820 millones de euros, de los cuales 120 millones serán financiados por Europa y el resto correrá a cargo de SNCF Réseau. Sólo el nuevo centro de operaciones de Lyon costó 50 millones de euros, incluido todo el equipamiento. Su ubicación debe permanecer secreta para poder “para evitar sabotajes, acciones…”desliza Matthieu Chabanel a la AFP.
Related News :