A pesar de una caída notable en la tasa de creación de fábricas, Francia sigue teniendo más aperturas que cierres. El barómetro bianual de la Dirección General de las Empresas (DGE) destaca una reindustrialización marcada por sectores en crecimiento, en particular los vinculados a las energías renovables. Sin embargo, persisten desafíos en algunas áreas afectadas por los altos costos de la energía.
Un resultado positivo a pesar de la desaceleración
Según el último barómetro de la DGE, el balance de creaciones y ampliaciones de fábricas en Francia sigue siendo positivo para el primer semestre de 2024, con un total de 36 aperturas netas. Esta cifra, aunque modesta en comparación con años anteriores (189 creaciones o ampliaciones en 2023), muestra una continuidad en el movimiento iniciado hace varios años.
La DGE precisa que al contabilizar únicamente las nuevas fábricas sin incluir las ampliaciones, el saldo se vuelve negativo, con -8 sitios. Este matiz pone de relieve una notable desaceleración respecto a los resultados de 2022 y 2023, pero no pone en duda, según los servicios estatales, la tendencia a la reindustrialización del país.
El ministro de Industria, Marc Ferracci, expresó optimismo a pesar de la desaceleración: “ Aunque la situación es más difícil, la reindustrialización continúa y ciertos sectores, como la industria verde y los bienes de consumo, siguen siendo fuerzas particularmente impulsoras.. » Este dinamismo se sustenta principalmente en la industria verde, que registró un saldo positivo de +21 creaciones o ampliaciones. El sector de las energías renovables, incluidas las baterías, la fotovoltaica y las bombas de calor, representa el 60% de las nuevas ubicaciones.
Los sectores del automóvil y de uso intensivo de energía están en dificultades
Sin embargo, la evolución es contrastada según el sector. La industria del automóvil, históricamente uno de los pilares de la industria francesa, atraviesa un momento difícil, agravado por el aumento de los costes energéticos y los cambios tecnológicos relacionados con los vehículos eléctricos. Este sector registró así un saldo negativo, con 17 cierres para 11 creaciones. Los sectores que consumen mucha energía, como el procesamiento de plásticos, no se quedan fuera con un saldo negativo de -3, impactados también por los precios de la energía.
Ante esta situación, el Ministerio de Economía y Hacienda prevé ajustar sus políticas públicas para apoyar aún más a los sectores en dificultades. Por tanto, el barómetro de la DGE debería servir como herramienta de análisis para adaptar las medidas de incentivos y apoyo. “ Debemos mantener el rumbo en términos de competitividad y política de suministro. “, afirmó Ferracci, destacando la importancia de estas políticas para preservar la dinámica de la reindustrialización.
Este barómetro oficial no deja de provocar discusiones. Algunos observadores, como David Cousquer, fundador de Trendeo, ofrecen una lectura diferente. Según los anuncios públicos, Trendeo observa una caída más marcada de las aperturas. “ El barómetro de la DGE es aún más severo que el nuestro », especifica David Cousquer, quien, sin embargo, reconoce el rigor de los datos oficiales. El debate sigue abierto, especialmente en un contexto en el que la competencia internacional es cada vez más apremiante, particularmente de China y Estados Unidos.
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