Bien establecido desde la pandemia de Covid-19, el teletrabajo continúa transformando la vida cotidiana de los empleados franceses. Según dos estudios de Dares, una cuarta parte de los trabajadores practica actualmente el teletrabajo, una cifra claramente superior a la de la época anterior a la pandemia. Si bien los ejecutivos siguen siendo los principales defensores, muchos empleados y profesiones intermedias también aspiran a esta flexibilidad.
Continúa la adopción masiva del teletrabajo
La pandemia de Covid-19 ha sacudido la relación francesa con el teletrabajo. Antes de la crisis sanitaria, sólo el 9% de los empleados trabajaba ocasionalmente de forma remota. Hoy, esta cifra alcanza el 26%.según datos de la Dirección de Animación de Investigaciones, Estudios y Estadísticas (Dares) del Ministerio de Trabajo. Incluso cuando algunas empresas intentan que sus empleados vuelvan a trabajar, el teletrabajo seguirá siendo una norma para 6,1 millones de trabajadores en 2023, en comparación con solo 2 millones en 2019.
Los estudios también muestran que el teletrabajo ha ido más allá de las profesiones directivas, extendiéndose a empleados y profesiones intermedias. Aunque muchos de estos empleados han regresado presencialmente, 2,2 millones de ellos creen que sus tareas son compatibles con el teletrabajo y les gustaría poder beneficiarse de él.
« En comparación con los empleados que ya trabajan a distancia, este grupo potencial incluye una mayor proporción de agentes de la función pública, jóvenes y empleados menos cualificados. », Detalles Se atreve. Muchas secretarias, contables y trabajadores de bancos y compañías de seguros están expresando un interés creciente por el teletrabajo.
Un cambio social que cuestiona a los empresarios
Dares también señala que el teletrabajo favorece la autonomía de los empleados. Muchos de ellos informan de una mejor capacidad para organizar sus tareas y sienten una presión reducida en comparación con la que sienten en el sitio. Sin embargo, esta forma de trabajar no está exenta de inconvenientes: las relaciones sociales y el apoyo de los compañeros se ven afectados. Trabajar de forma remota limita los intercambios informales y las discusiones colectivas, lo que puede reducir el sentimiento de pertenencia al grupo de trabajo.
En términos de condiciones materiales, se han observado avances desde 2021. Las empresas compensan con mayor frecuencia a los teletrabajadores por sus gastos: el 39% de ellos recibirán una compensación en 2023, frente a sólo el 14% en 2021. El equipamiento también ha mejorado, lo que hace que la situación sea aún mayor. el trabajo remoto sea más viable para la mayoría de los empleados. A pesar de ello, los trabajadores a domicilio suelen sentir que no se benefician de los mismos recursos que en el lugar de trabajo.
El teletrabajo resulta beneficioso para la vida personal de los empleados al permitir un mejor equilibrio entre la vida privada y profesional. Al limitar los tiempos de viaje, permite que las parejas estén más disponibles para sus familias. Sin embargo, persisten las disparidades: los hombres ganan más tiempo libre, pero el reparto de las tareas domésticas sigue desequilibrado en detrimento de las mujeres.
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