Los suizos que quieren invertir su dinero en el desarrollo sostenible tienen actualmente muchas opciones para elegir. De hecho, disponen de nada menos que 2.325 fondos “verdes”, según un estudio de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Lucerna difundido el lunes por el NZZ. Pero, sobre todo, este estudio revela que la demanda está actualmente estancada. Por primera vez, la entrada de dinero es incluso ligeramente inferior a la de los fondos convencionales.
“Después de un crecimiento tumultuoso, podemos esperar una cierta calma en el mercado”, explica el autor del estudio Brian Mattmann. Si estas inversiones sostenibles lograron atraer la enorme cantidad de 550 mil millones de francos entre 2018 y 2023, el nuevo capital se redujo a apenas 23 mil millones de francos en los últimos doce meses.
Según él, “el estancamiento del interés afecta especialmente a los fondos temáticos centrados en el medio ambiente, el clima o la energía”. Algunos de estos fondos aparecieron con la ambiciosa promesa de que podrían mejorar el medio ambiente, algo que no está demostrado”, explica.
Además, desde principios de 2022, el desempeño de los índices de sostenibilidad ha sido inferior al del mercado en general”, enfatiza. El tema en cuestión: la guerra en Ucrania. Las acciones de los sectores de combustibles fósiles y armas registraron fuertes aumentos de precios. “Antes, especialmente después de la pandemia de Covid, las estrategias de sostenibilidad lograban mejores resultados. Se beneficiaron del auge del sector tecnológico, que en muchos de estos fondos está sobrerrepresentado”, subraya Brian Mattmann. Pero a largo plazo estas fluctuaciones deberían equilibrarse, según él.
Si bien muchos bancos pequeños todavía dependen en gran medida de fondos sostenibles, otros se han desacelerado. Como el banco Valiant que sólo invierte el 3% de sus nuevos fondos en este sector. Explicó al NZZ que sus soluciones de inversión “clásicas” cumplían en cualquier caso un mínimo de criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza).
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