El Ministerio Público Federal (MPC) ha cerrado el proceso contra Dimitri Rybolovlev y su abogada Tetiana Bersheda, anunciaron el martes sus abogados en el caso entre el multimillonario ruso y el marchante de arte suizo Yves Bouvier.
El MPC consideró que “los elementos que emergen del teléfono móvil de Bersheda” “no pueden ser explotados” tras una decisión de junio del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, por lo que la denuncia de Bouvier ya no se basa “en ninguna prueba”. , indica la orden enviada a la AFP por sus abogados.
El marchante de arte de Ginebra se puso en contacto con el MPC en 2017, acusando a Rybolovlev y a su abogado de haber intentado llevarlo a Mónaco “mediante engaños” para arrestarlo, precisa la orden del 2 de octubre de 2024. El multimillonario ruso, propietario desde 2011 del club de fútbol AS Mónaco, estaba en conflicto con Bouvier por la venta de una vasta colección de pinturas, entre ellas “Salvator Mundi” de Leonardo da Vinci.
Presentó una denuncia en 2015, acusando a Bouvier de haber obtenido márgenes exorbitantes que se convirtieron en fraude. El enfrentamiento dio lugar a procedimientos en cascada hasta que los dos hombres llegaron a un acuerdo amistoso, anunciado a finales de 2023.
Pero el asunto dejó otras denuncias, incluida una presentada por un familiar de Bouvier que acusó a Bersheda de haber transmitido a los investigadores una conversación grabada sin su conocimiento. Esta parte del caso terminó con el sobreseimiento del caso, pero como parte de este procedimiento, la Sra. Bersheda aceptó entregar su teléfono celular a los investigadores para demostrar que la grabación no había sido truncada.
A petición del juez de instrucción Edouard Levrault, magistrado francés entonces destinado en Mónaco, un experto informático había recuperado allí miles de mensajes, aunque habían sido eliminados. Y según la fiscalía, estos intercambios revelaron que Rybolovlev había utilizado sus habilidades interpersonales en Mónaco para intentar atrapar a Bouvier.
La defensa de Rybolovlev y Bersheda impugnó estas acusaciones a todos los niveles, llegando incluso a remitir el asunto al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que decidió en junio de 2024 que la recuperación de estos mensajes equivalía a una búsqueda y que no se habían respetado las disposiciones que protegían las comunicaciones de los abogados.
Por tanto, el MPC decidió calificar el procedimiento “a raíz de la retirada de la denuncia penal” que estaba en su origen “y de la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que consideró que las pruebas en las que se basaba la denuncia penal no pueden ser explotadas en el procedimiento actual”, dijo a la AFP.
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