El lanzamiento de World Liberty Financial (WLFI), el proyecto de criptoactivos de la familia Trump, es un rotundo fracaso: la empresa, que se presenta como una herramienta para “revolucionar las finanzas”sólo ha atraído algo más de 13 millones de euros de inversión desde su lanzamiento el martes 15 de octubre. Su objetivo era recaudar 300 millones. Las “preventas”, ventas privadas limitadas, son generalmente un elemento clave para evaluar el éxito futuro de un criptoactivo: los proyectos exitosos suelen lograr vender el 100% de las acciones en unas pocas horas.
A principios de semana, WLFI abrió la venta de su token $WLFI a inversores prerregistrados, quienes debían pasar un procedimiento de identificación y demostrar sus ingresos para poder comprar el token. Pero tan pronto como se abrió la venta, el sitio web del proyecto colapsó y desde entonces ha estado intermitentemente inaccesible, poniendo en duda las capacidades técnicas de sus administradores.
Más allá de estas dificultades, el proyecto, apoyado por la organización Trump (el holding de la familia del ex presidente) y un variopinto grupo de empresarios, despierta una gran desconfianza incluso en la comunidad de los criptoactivos. Por un lado porque los tokens $WLFI no pueden, por el momento, revenderse, lo que limita su interés especulativo; por otro lado, porque el proyecto en sí sigue siendo particularmente opaco.
Empresarios cuestionables
WLFI se presenta como un sistema de préstamos garantizados con criptomonedas que promete condiciones mucho más ventajosas que las de los bancos. Pero su funcionamiento exacto aún no se ha detallado y su “libro blanco”, un documento fundamental de cualquier proyecto criptográfico que explica la distribución de activos, no se publicó en línea hasta el jueves por la mañana. El texto revela que la mayor parte de los posibles beneficios del proyecto irán directamente a la familia Trump.
El perfil del equipo responsable del proyecto también generó muchas preguntas. Dos de los principales cofundadores, Chase Herro y Zachary Folkman, tienen responsabilidades importantes: objeto de varias denuncias en Estados Unidos, en particular por fraude, también fueron administradores de una plataforma criptográfica anterior para préstamos descentralizados, Dough Finance, que fue víctima de un hackeo en julio: le robaron 1,8 millones de dólares.
A medio plazo, otros riesgos también se ciernen sobre este criptoactivo. Si Donald Trump es elegido presidente de Estados Unidos en noviembre, el multimillonario se encontraría en el centro de un importante conflicto de intereses, ya que su administración sería responsable de regular los productos financieros descentralizados, como WLFI. Una situación que podría ser origen de múltiples procedimientos, durante y después de su mandato.
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