Dada la duración de la película, se tomó la decisión de cortarla en dos partes. “Kill Bill volumen I” y “Kill Bill volumen II” se estrenaron con seis meses de diferencia, despertando desconfianza, odio o entusiasmo absoluto por parte de medios y cinéfilos de todo el mundo.
En 2003, cuando se publicó el primer volumen, las críticas no fueron amables. Desorden, indigestión, spaghetti western, gore guacamole, manga, cine de enfermería, blaxploitation, pulp, Z, thriller erótico, trash, venganza, kung-fu, cine de samuráis, son las palabras que más encontramos escritas en la prensa. Hay que saber que las expectativas eran altas para el pequeño genio americano, Palma de Oro en Cannes por “Pulp Fiction”, unos años antes.
Cuando se publicó el segundo volumen, menos sangriento y más fácil de seguir, las críticas fueron más favorables. La película, sin embargo, entra en la leyenda del cine. Sus referencias, sus trajes que se han convertido en culto como el traje amarillo de Uma Thurman, la obsesión del cineasta por los pies, calzados o no, y la sangre que salpica por todas partes.
Quentin Tarantino es un cineasta apasionado al que le gusta salpicar. Tanto es así que imagina una tercera parte de “Kill Bill”. Una nueva historia de venganza que nunca sucederá.
“Kill Bill – volúmenes I y II” se podrá ver en doble proyección en la Cinémathèque de Lausanne el viernes 11 de octubre de 2024 a las 19 horas. También se emitirá el sábado 12 de octubre en RTS 1 a partir de las 23 horas. Estas dos películas estarán disponibles entonces hasta finales de octubre en Play RTS.
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