El reactor nuclear EPR de Flamanville (Manche) sufrió una “parada automática” el miércoles, al día siguiente de su puesta en marcha, y los equipos de EDF están realizando controles y análisis técnicos antes de poder reiniciar su “divergencia”, es decir, la reacción nuclear.
El EPR, objeto de unas obras con muchos contratiempos, alcanzó el martes un hito importante con la consecución de la primera fisión nuclear. Pero todavía están previstas varias etapas antes de que pueda realmente suministrar electricidad a la red, con posibles riesgos técnicos.
“Esta mañana, el reactor se paró automáticamente”, declaró el miércoles por la noche a la AFP un portavoz del grupo EDF.
“Los equipos están realizando los controles y análisis técnicos necesarios, siguiendo los procedimientos habituales, y luego reiniciarán la divergencia del reactor”, añadió.
“Arrancar es un proceso largo y complejo (que) requiere de muchos ensayos, pruebas, y eso puede llevar a paradas de este tipo”, recalcó.
“Esto demuestra que el sistema de seguridad funciona bien”, añadió. “Sabemos que esto puede provocar cortes de este tipo”.
Según Nicolas Goldberg, experto en energía de Colombus Consulting, “hay que esperar este tipo de peligros. Se trata de un proceso industrial muy complejo de poner en marcha y, por tanto, es habitual encontrarse con peligros”.
El experto subrayó a la AFP que “en el EPR finlandés se produjeron varios problemas, en particular con las bombas hidráulicas que estaban defectuosas y tuvieron que ser sustituidas”.
“Esto no pone en duda la puesta en marcha. Sólo hay que tener paciencia”, señala.
– Tres millones de viviendas –
“Según los primeros elementos del diagnóstico técnico, la parada (del miércoles) podría estar relacionada con una configuración inadecuada de la instalación”, indicó el portavoz de EDF.
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Esto último “habría provocado la parada automática del reactor según el dispositivo previsto en el diseño”, añadió.
La puesta en marcha de este reactor nuclear de nueva generación lleva 12 años de retraso debido a numerosos contratiempos técnicos que han disparado su factura, estimada ahora en 13.200 millones de euros por EDF, cuatro veces la estimación inicial de 3.300 millones.
Tras cargar las barras de uranio en el núcleo del reactor en mayo, EDF ha llevado a cabo una serie de pruebas en frío y en caliente durante los últimos meses, que dieron como resultado el lunes la obtención de luz verde de la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN) para lanzar la primera reacción de fisión nuclear.
Esta etapa crucial en la puesta en marcha del reactor tuvo lugar el martes, marcando el inicio de su aceleración en etapas sucesivas.
Según EDF, para poder conectarse a la red eléctrica, la potencia debe alcanzar el 25%, lo que debería ocurrir “a finales de otoño”. La compañía energética esperaba alcanzar esta fase a finales de verano, es decir, a más tardar el 21 de septiembre, pero el grupo estima ahora que estas condiciones deberían alcanzarse a finales de otoño.
El EPR, un reactor de agua a presión de nueva generación, es el cuarto de este tipo instalado en el mundo, el 57º reactor del parque nuclear francés y el más potente del país (1.600 MW). En definitiva, debería abastecer de electricidad a unos 3 millones de hogares.
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