Las bolsas de Tokio y Shenzhen abrieron a la baja el viernes 6 de septiembre por la mañana, con solo Shanghái resistiendo, ya que Tokio se vio lastrada por la apreciación del yen, en un clima de espera ante el esperado informe de empleo de agosto. El índice insignia de la capital japonesa, Nikkei, perdió un 0,26% a 36.561,40 puntos alrededor de la 01:10 GMT, y el índice más amplio Topix cayó un 0,60% a 2.604,98 puntos.
La Bolsa de Shanghái avanzó un 0,23% hasta los 2.794,78 puntos y la Bolsa de Shenzhen perdió un 0,47% hasta los 1.522,47 puntos. La Bolsa de Hong Kong estuvo cerrada debido al tifón.
La desaceleración del mercado laboral estadounidense ha sido motivo de preocupación, lo que ha provocado una ola de ventas en algunos valores económicamente sensibles, ya que Estados Unidos no ha creado tan pocos puestos de trabajo desde enero de 2021. Según la consultora ADP, el sector privado creó solo 99.000 puestos de trabajo en agosto, significativamente menos que los 145.000 esperados por los economistas. “Los datos mixtos sobre el empleo antes de la publicación el viernes del informe de nóminas no agrícolas de agosto sólo alimentaron los temores de que estamos al borde de otra crisis de crecimiento”.comentó Stephen Innes de SPI Asset Management.
El euro está cayendo
La moneda japonesa siguió fortaleciéndose frente al dólar, lo que afectó al mercado y, en particular, a los valores relacionados con la exportación. El dólar cayó a 143,22 yenes alrededor de la 01:00 GMT desde 143,45 yenes el jueves a las 21:00 GMT. El euro también bajó a 159,15 yenes desde 159,38 yenes el día anterior y se negociaba a 1,1114 dólares en lugar de 1,1111 dólares el jueves.
En Bolsa, los valores ligados al sector del automóvil se vieron penalizados por la fortaleza de la divisa japonesa, como Toyota (-2,04%), Nissan (-1,15%) y Suzuki Motor (-1,44%). Además, las acciones del gigante japonés de la distribución Seven & i Holdings caían (-0,43%) a la 01H05 GMT tras rechazar la oferta de adquisición de la canadiense Alimentation Couche-Tard (ACT), que consideró demasiado baja.
En el mercado petrolero, el precio del barril de WTI estadounidense ganaba un 0,14%, a 69,25 dólares, y el de Brent del Mar del Norte ganaba un 0,11%, a 72,77 dólares, hacia las 00:47 GMT. Esta subida inicial se produjo tras la decisión de varios países productores de petróleo de la OPEP+ de continuar con sus recortes y posponer dos meses la reapertura de las válvulas en un contexto de turbulencias económicas.
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