Freedom Wars Remastered: una exclusiva de PSVita de regreso a PS5

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El 10 de enero de 2025 marca un momento histórico para los fanáticos de PSVita y Guerras de libertad. Diez años después de su lanzamiento original en la difunta computadora portátil Sony, el juego regresa en una forma remasterizada que otorga un lugar destacado a gráficos mejorados, mecánicas de juego refinadas y una experiencia de juego más fluida.

¡No toques eso, Panóptico!

Desde su lanzamiento original en PlayStation Vita hace una década, Guerras de libertad sigue siendo un título de culto para un determinado nicho de jugadores. Hoy, el juego regresa en una versión remasterizada, disponible en PS4, PS5, Switch y PC. Desarrollado por Dimps, bajo la dirección de Takashi Tsukamoto, esta remasterización conserva la esencia del juego original al tiempo que aporta algunas mejoras más actuales.

Se dice que Takashi Tsukamoto lleva mucho tiempo albergando el deseo de hacer una secuela de Guerras de libertad. Por tanto, esta remasterización representa para él una oportunidad de reintroducir el juego a un público más amplio y, quién sabe, de sentar las bases para una posible secuela.

El juego remasterizado incorpora características modernizadas, como una versión completa en francés y optimizaciones gráficas, sin dejar de ser fiel a su ADN. la trama de Guerras de libertad está anclado en un futuro distópico donde la superpoblación ha llevado a los humanos a vivir en Panópticos, megaestructuras carcelarias que monitorean a cada individuo. En este universo, la sociedad divide a los habitantes en dos grupos: los ciudadanos y los “culpables”. Estos últimos se ven obligados a participar en peligrosas misiones para redimir su condena de un millón de años por haber venido al mundo. Una crítica apenas velada a ciertos excesos de nuestras sociedades modernas que resultará aún más escalofriante en 2025.

Interpretamos a un prisionero amnésico condenado a una asombrosa sentencia de casi un millón de años… por haber perdido la memoria tras un enfrentamiento. Este absurdo punitivo pone de relieve la injusticia de un sistema que no deja lugar al error. Cada derecho -incluso los más básicos como dormir tumbado o correr durante más de 10 segundos- deberás adquirirlo a cambio de puntos obtenidos por el éxito de tus misiones. A lo largo de la aventura, tu progreso dependerá de tu capacidad para completar misiones y redistribuir tus ganancias para reducir tu condena. Depende de ti conservar lo que necesitas después de cada batalla y darle lo suficiente a tu Panóptico para reducir tu sentencia y ascender de clase…

Viniendo de una época en la que Sony buscaba su propio Monster Hunter en portátiles (recordamos también Soul Sacrifice), la jugabilidad de Guerras de la libertad remasterizadas Está inspirado en gran medida en el título de Capcom, con enfrentamientos contra criaturas gigantes llamadas secuestradores. Estos combates ofrecen cierta originalidad gracias a la introducción de nuevas mecánicas, como el uso de la “zarza”. Esta herramienta multifunción te permite subirte a los enemigos, hacerlos caer o incluso desarmarlos cortando sus diferentes elementos para debilitarlos o recuperar partes. Tienes a tu disposición diferentes zarzas, algunas de las cuales te permitirán curar a tus aliados.

Sin embargo, puede surgir cierta repetitividad en los enfrentamientos. Si las luchas contra los secuestradores siguen siendo dinámicas y divertidas gracias a su enfoque estratégico, las misiones en las que te enfrentas a enemigos humanos carecen de desafío e interés. Dicho esto, cabe señalar que los secuestradores, aunque imponentes, a veces tienen barreras de vida excesivas, lo que hace que los enfrentamientos a menudo duren demasiado tiempo en vano.

El juego toma prestados elementos del género RPG, especialmente en la gestión de equipos. Las armas, ya sean ligeras, pesadas o blancas, se pueden actualizar, combinar y personalizar. Esta profundidad fomenta la molienda, ya que las misiones a menudo deben repetirse para recolectar los materiales necesarios para las actualizaciones. Afortunadamente, el juego deja claro dónde encontrar cada recurso, lo que limita la frustración. Pero personalmente encuentro que rápidamente se vuelve repetitivo. Y esta lentitud también impacta en la narración.

la historia de Guerras de libertad se desarrolla lentamente, incluso demasiado lentamente. El escenario, aunque intrigante en sus líneas generales, adolece de una progresión demasiado fragmentada. Los diálogos y las escenas narrativas ocurren esporádicamente, lo que me resultó frustrante incluso entonces, pero aún más ahora, especialmente porque los tiempos de carga de ida y vuelta son innumerables. Sin embargo, ciertos elementos, como la misteriosa “rubia” que salvas, sugieren giros y vueltas interesantes, pero tendrás que ser paciente y ceñirte a la jugabilidad del juego.

El universo de Freedom Wars es rico, pero se habría beneficiado si se hubiera explorado más. Los temas tratados merecen ser explorados con mayor profundidad para ofrecer una experiencia más memorable. Además, rápidamente se adivinan ciertos giros de la trama. La aparición de una misteriosa joven añade una dosis de intriga, pero es difícil no anticipar ciertos giros. Pese a todo, si nos ceñimos a la jugabilidad, esta lenta progresión narrativa mantiene cierto interés, sobre todo gracias a la riqueza del universo.

Desde un punto de vista visual, Guerras de la libertad remasterizadas muestra mejoras notables con respecto a la versión original en Vita. Las texturas son más nítidas y se ha optimizado la fluidez para que todo parezca más agradable en la pantalla grande. Sin embargo, el juego conserva su estética antigua y su sistema de progresión lento y frustrante. Creo que desde este punto de vista, la experiencia podría haberse simplificado para cumplir mejor con los estándares actuales. ¿Dije que encontré el progreso lento?

La banda sonora, por su parte, se mantiene fiel a la original y acompaña a la perfección la acción, sin destacar especialmente.

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