“Sin educación y sin el formateo de la sociedad, ¿hay diferencia, sí o no, entre el cerebro de las mujeres y el de los hombres?” pregunta Lisa, oyente del podcast Le Point J. Décryptage.
Al nacer, los cerebros masculino y femenino son muy similares y en esta etapa sólo se establece el 10% de las conexiones neuronales. “Parece que hay una parte muy pequeña de lo innato y que la mayoría de nuestras capacidades cerebrales se adquieren a través de la educación y la experiencia, que desempeñan un papel vital en el ‘cableado’ del cerebro”, explica Joëlle Schwarz, socióloga y epidemióloga que dirige la unidad “salud y género” de Unisanté.
“En un nivel fundamental, los cerebros masculinos y femeninos son mucho más similares que diferentes”, confirma Sivaniya Subramaniapillai, investigadora de neurociencia del CHUV y de la Universidad de Lausana, interesada en el envejecimiento cerebral de mujeres y hombres. Sin embargo, existen diferencias importantes en los sistemas hormonales que pueden influir de manera diferente en el envejecimiento cerebral en hombres y mujeres.
En el siglo XIX, las teorías basadas en el volumen y el peso del cerebro llevaron a conclusiones sesgadas que afirmaban la superioridad intelectual del hombre blanco.
Históricamente siempre hemos intentado establecer diferencias entre el cerebro de hombres y mujeres. “Las teorías del siglo XIX reflejan un conocimiento situado, construido por científicos varones blancos con acceso a un cierto nivel de educación”, explica Joëlle Schwarz.
Luego, la resonancia magnética (MRI) revolucionó la comprensión del cerebro al revelar su plasticidad. La plasticidad cerebral muestra cómo las conexiones neuronales evolucionan según las actividades y experiencias individuales. Así, por ejemplo, las áreas de la corteza responsables de la representación espacial están más desarrolladas en los taxistas experimentados.
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Juliane Roncoroni y el equipo de Point J
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