Un salto hacia las baterías de vehículos eléctricos de por vida

Un salto hacia las baterías de vehículos eléctricos de por vida
Un salto hacia las baterías de vehículos eléctricos de por vida
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El auge de los vehículos eléctricos (EV) ha marcado un punto de inflexión en la lucha contra la contaminación y el calentamiento global. Sin embargo, uno de los principales obstáculos para su adopción masiva sigue siendo la limitada vida útil de sus baterías. Se desgastan con el tiempo perdiendo su capacidad de almacenamiento de energía y reduciendo así la autonomía de los vehículos. Sin embargo, un avance tecnológico bien podría revolucionar este campo: las baterías con electrodos monocristalinos. Un estudio reciente ha destacado su potencial para durar mucho más que las baterías actuales, lo que podría transformar la industria de los vehículos eléctricos y más allá.

¿Por qué las baterías actuales no duran lo suficiente?

La duración de la batería es un factor clave en la adopción de vehículos eléctricos. Con el paso de los años, las baterías tradicionales de iones de litio se degradan lentamente, reduciendo su capacidad para almacenar energía. Esta degradación es el resultado de un fenómeno natural. En cada ciclo de carga y descarga, microfisuras De hecho, se forman dentro de los electrodos. Estas grietas resultan del movimiento de los iones de litio a medida que pasan a través de los electrodos para almacenar y liberar energía. Estas pequeñas grietas van afectando poco a poco la capacidad de la batería hasta perder una parte importante de su capacidad.

En el caso de las baterías utilizadas en los vehículos eléctricos, este desgaste reduce la autonomía del coche, que puede recorrer sólo la mitad de la distancia inicialmente posible. Luego, los conductores deben reemplazar la batería después de algunos años de uso. Hoy en día, la duración media de la batería de los vehículos eléctricos es de aproximadamente 322.000 kilómetros (o aproximadamente de tres a cinco años de uso para un conductor promedio). Sin embargo, estos reemplazos representan un costo elevado, sin mencionar los efectos ambientales relacionados con la producción y el reciclaje de estas baterías.

Baterías de electrodos monocristalinos: un avance prometedor para los vehículos eléctricos

Para abordar estas limitaciones, los investigadores han desarrollado un nuevo tecnología de batería que utiliza electrodos monocristalinos. A diferencia de los electrodos policristalinos tradicionales hechos de muchas partículas de cristal pequeñas, los electrodos monocristalinos están hechos de una cristal sólido único. Esta estructura permite una resistencia mucho mayor al estrés mecánico, reduciendo así la formación de grietas dentro de la batería durante los ciclos de carga y descarga.

El estudio realizado por investigadores de la Universidad de Dalhousie en Nueva Escocia, en colaboración con Tesla, demostró que una batería de iones de litio equipada con electrodos monocristalinos podría mantener hasta el 80% de su capacidad original Después 20 000 ciclos carga y descarga, el equivalente a seis años de uso continuado. Comparativamente, una batería tradicional perdería entre un 20 y un 30% de su capacidad en unos pocos años. Esta batería de electrodo monocristalino ha demostrado una durabilidad impresionante, con una vida útil equivalente a ocho millones de kilómetroscual es ocho veces mayor al de las baterías actuales utilizadas en los vehículos eléctricos.

Créditos: Medio punto/iStock

Un cambio radical para la industria del automóvil

El potencial de esta tecnología es enorme para la industria de los vehículos eléctricos. De hecho, una batería capaz de durar ocho millones de kilómetros En teoría, podría durar la vida útil de un vehículo. Esto significa que, en lugar de tener que reemplazar la batería cada pocos años, los conductores podrían beneficiarse de una batería que pierde su capacidad de carga con menor rapidez. Esto daría como resultado importantes ahorros a largo plazo para los propietarios de vehículos eléctricos y, al mismo tiempo, reduciría la producción y el reciclaje de baterías.

Además, dicha longevidad limitaría el impacto medioambiental de las baterías. Al extender su vida útil, la industria de los vehículos eléctricos podría reducir la demanda de materias primas y al mismo tiempo reducir los desechos asociados con el reemplazo frecuente de las baterías. Este desarrollo también podría favorecer la integración de vehículos eléctricos en el parque automovilístico mundial, un sector en auge que lucha contra las emisiones de gases de efecto invernadero.

Aplicaciones más allá de los vehículos eléctricos

Los beneficios de las baterías de electrodos monocristalinos no se limitan a los vehículos eléctricos. Estas baterías también podrían revolucionar almacenamiento de energía a gran escala. Uno de los grandes retos de las energías renovables, como la solar y la eólica, es que son intermitente. Esto significa que producen energía dependiendo de las condiciones climáticas, pero no siempre están disponibles cuando la demanda de energía es alta.

Si las baterías de electrodos monocristalinos realmente pueden durar más, podrían usarse en sistemas de almacenamiento de energía a gran escala. Por ejemplo, baterías duraderas y confiables podrían almacenar el exceso de energía producida por paneles solares o turbinas eólicas para usarla cuando la producción de energía sea menor. Esto permitiría una gestión más estable de las redes eléctricas y contribuiría a la transición energética al permitir un almacenamiento más eficiente de las energías renovables.

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