Se trata de un anuncio de larga data que acaba de hacerse realidad. Si bien el resto a pagar por el CPF se venía mencionando desde hacía varios años, fue validado el pasado mes de abril, no sin la esperanza de un cambio inesperado entretanto. Un reciente decreto publicado el 26 de diciembre en el Diario Oficial lo confirma y revisa al alza el resto que debe pagar un empleado para financiar la formación.
Un aumento mínimo, pero no para todos
El año pasado, se solicitó una contribución a tanto alzado de 100 euros a los empleados que desearan beneficiarse de un curso de actualización a través de su cuenta personal de formación. Objetivo del gobierno: evitar fraudes, formación falsa y –sin duda– diplomas financiados por capricho. En concreto, cada empleado que quiera beneficiarse de su cuenta de formación deberá pagar una contribución económica para acceder a ella. Es probable que esta suma aumente cada año en función de la inflación y del contexto económico nacional, precisa el texto.
Es precisamente esta revalorización la que está en duda. El resto pasó así de 100 euros a 102,23 euros en 2025. Un aumento calculado proporcionalmente a “la evolución de la media anual de los precios al consumo, excluido el tabaco, calculada sobre la base de los últimos doce índices mensuales”, especifica el artículo R6323 del Código del Trabajo. .
La buena noticia es que, como el año pasado, ciertos empleados estarán exentos de esta responsabilidad restante. Los solicitantes de empleo estarán exentos de esta “tarifa de moderación”, al igual que los empleados cuya formación sea objeto de una contrapartida (contribución financiera adicional) por parte de su empleador. Para los demás, tendrás que meter la mano en la cartera.
¿Quién estará exento?
- Solicitantes de empleo:
- Empleados que se benefician de financiación de su empleador o de una organización
- Titulares de una cuenta profesional de prevención (C2P)
- Empleados con cotización por accidente de trabajo o enfermedad profesional
También para permisos de conducir
Esta mala noticia para el poder adquisitivo no llega sola. Además de financiar la formación profesional, El CPF está abierto desde 2023 a financiar todos los permisos de conducción.incluso para motocicletas y carros. Este ya no es el caso. Solo seguirán siendo elegibles las licencias A (motocicleta) y B (automóvil), sujetas a condiciones. De hecho, ya no será posible financiar un permiso de motocicleta si ya tienes un permiso de coche, y viceversa. Por el contrario, si el titular del CPF no dispone de permiso, deberá elegir entre los dos.
Un importante beneficio financiero inesperado para el Estado, que recorta sus dos partidas de gasto más importantes: desde principios del año pasado, el permiso de motocicleta ha generado 57 millones de euros del gasto en el fondo de capacidades de Francia, y 70 millones de euros por el permiso del cocheinforma la Caisse des Dépôts et Consignations (CDC), que gestiona el CPF.
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