Después de haber demostrado su poder en el campo de los coches eléctricos, Las empresas chinas están centrando ahora su atención en un sector menos visible hasta la fecha: el de los camiones eléctricos. Al aprovechar una cadena de suministro nacional eficiente y precios muy competitivos, los fabricantes y las nuevas empresas chinas buscan repetir el éxito experimentado con los automóviles eléctricos en sus países. Tengamos en cuenta esta última aclaración porque, a escala global, entre el aumento de las tasas aduaneras y la competencia de los fabricantes históricos, los chinos están teniendo dificultades para establecerse en ciertos mercados, particularmente en Europa y Estados Unidos.
Hoy, una participación marginal
La prueba es, Durante los primeros 11 meses de 2024, la cuota de mercado de los automóviles chinos en Francia se sitúa en torno al 1,5%, y donde casi el 80% de las ventas se concentran en torno a una sola marca: MG.. Por lo tanto, estamos lejos del maremoto previsto y, para los futuros camiones eléctricos chinos, la tarea tampoco parece necesariamente tan sencilla. Sin embargo, sin previo aviso, China ya se está estableciendo en un mercado de camiones eléctricos que aún está en su infancia. En 2023, las empresas chinas serían responsables del 70% de las ventas mundiales de camiones eléctricos. Sin embargo, estos vehículos todavía representan sólo una parte marginal del mercado global de vehículos pesados, con menos del 1%. según la Agencia Internacional de Energía (AIE).
Primeros éxitos internacionales
Por las carreteras de países como Italia, Polonia, España y México ya circulan varios modelos chinos, producidos por BYD o Beiqi Foton. Para fortalecer su presencia, estas empresas han establecido plantas de ensamblaje en diferentes regiones del mundo. Sin embargo, en mercados más exigentes, el rendimiento y la durabilidad de estos vehículos van a la zaga de sus competidores occidentales. En Europa, su cuota de mercado sigue siendo muy marginal, en un mercado, por supuesto, donde las ventas también son elevadas, aunque varios fabricantes históricos como Volvo Trucks o incluso Renault Trucks están jugando al máximo la carta eléctrica, con una gama ya interesante.
Un sector aún difícil de convencer
Recordemos que el sector de los vehículos pesados es uno de los más difíciles de descarbonizar, después de la aviación y el transporte marítimo. Uno de los principales retos es conciliar la autonomía de las baterías con su peso: Las baterías demasiado pesadas reducen la eficiencia, mientras que las baterías demasiado pequeñas limitan la distancia recorrida con una carga. Actualmente, los camiones chinos suelen funcionar por debajo de los estándares internacionales. Por ejemplo, según el Inventario de Tecnología de Emisiones Cero, los modelos chinos ofrecen una autonomía media de 250 km, frente a los 322 km de los de Estados Unidos. Los modelos europeos rondan los 400 km, pero en uso real la diferencia puede ser más marcada.
Reducción de brechas a la vista
China está trabajando principalmente en soluciones distintas a la pura autonomía. Los avances tecnológicos, como el rápido reemplazo de las baterías, podrían reducir esta brecha. Por su parte, el fabricante de baterías CATL ha instalado estaciones para sustituir los suministros de energía agotados en un tiempo récord. un poco como el fabricante chino Nio con su Nio Power Swap Station.