General Motors (GM) anunció esta semana que financiaba su proyecto de robotaxi que estaba tomando forma a través de la división Crucero. Esta última, creada en 2013 y adquirida por el gigante americano en 2016, ha pasado por momentos difíciles en los últimos años mientras intentaba hacer realidad su proyecto de robotaxi Origin.
En cambio, GM buscará fusionar la división Crucero, así como sus equipos técnicos, para crear un grupo único que concentrará sus esfuerzos en el desarrollo de la conducción autónoma. Evidentemente, el trabajo se apoyará en la tecnología Super Cruise, que ya está presente en más de 20 vehículos del imperio GM.
Recordemos que Super Cruise es un sistema de conducción semiautónoma muy avanzado, capaz de operar en largas distancias, e incluso capaz de adelantar de forma autónoma o incluso dar servicio a un vehículo acoplado a un remolque.
General Motors mencionó que el desarrollo de los robotaxis requería mucho tiempo y recursos, y que esto sin tener en cuenta que el mercado ya era muy competitivo en este universo emergente. Los taxis Waymo ya operan en Austin, Texas, Phoenix, Arizona, así como en San Francisco y Los Ángeles, California.
Y no olvidemos que el próximo actor que podría marcar un gran avance en este campo es Tesla, con el robotaxi que presentó recientemente.
Como señala el sitio Car and Driver, GM posee actualmente alrededor del 90% de Cruise y afirma haber llegado a acuerdos con otros accionistas para aumentar su participación a más del 97%, antes de intentar adquirir todas las acciones restantes. Una vez hecho esto, GM dice que reestructurará las operaciones de la división fusionando a Cruise con otros equipos que trabajan en las tecnologías de conducción autónoma de GM.
La compañía prevé completar este plan en el primer semestre del próximo año. Esta reestructuración debería permitir a la empresa ahorrar más de mil millones.
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