Cada vez más empleados que buscan rendimiento recurren a estimulantes: un estudio afirma que el fenómeno afecta al 14% de los canadienses.
El director general de la Orden de Asesores Certificados en Recursos Humanos (CRHA) denunció esta práctica creciente en el programa de Pierre Nantel, en la QUB, transmitido por la 99.5 FM.
“La gente lo utiliza porque entiende que podría ayudarles a tener un mejor rendimiento”, afirma Manon Poirier.
Por tanto, estas personas consumen medicamentos sin receta.
METROa mí Poirier señala una trivialización del dopaje cognitivo, que a menudo comienza durante la carrera académica. Por ejemplo, es tan fácil conseguir drogas en las universidades que los expertos se refieren a las instituciones educativas como “cárteles de Ritalin”.
La valorización del exceso
Estas personas utilizan psicoestimulantes para concentrarse mejor y toman betabloqueantes que reducen el estrés.
“A veces, son más drogas alucinógenas para apoyar su creatividad”, añade el director general de la CRHA.
“Existe una valoración social de tener mucha demanda”, sostiene.
Según Manon Poirier, además de las normas que los individuos se imponen a sí mismos, los empresarios tienen un papel que desempeñar. Ella cree que las organizaciones necesitan repensar su concepto de buen empleado.
“Lo que premiamos es siempre superarnos a nosotros mismos”, lamenta.
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