El pasado mes de marzo, los ginebrinos aceptaron con el 56% de los votos una nueva forma de gravar los automóviles en el cantón. Este prevé un impuesto básico de 120 francos y un impuesto progresivo calculado en función de las emisiones de CO2 para los coches con motor térmico y en función del peso para los coches eléctricos o de hidrógeno.
Esta nueva forma de cálculo redujo la factura para el 62,5% de los propietarios y la aumentó para el 33,4%. Y ahí las sorpresas fueron grandes. Según los vehículos, su antigüedad y su producción de CO2, algunos han visto cómo sus impuestos se multiplicaban por diez, pasando de 315 a 3.900 francos para un Chrysler Voyager o de 341 a 1.320 francos para un minibús VW. Las autocaravanas se ven muy afectadas con un impuesto de unos 700 francos que aumenta a 3.840 francos.
En noviembre, la recepción de las facturas correspondientes a enero de 2025 provocó una conmoción en los círculos del automóvil al final del lago. Al final, pocas personas en Ginebra, particularmente entre los diputados, habían comprendido realmente el impacto exponencial del nuevo impuesto en el momento de la votación.
El martes, la Comisión Fiscal del Gran Consejo de Ginebra anunció que había encontrado una solución transitoria que debería calmar los ánimos. Citado por “La Tribune de Genève”, el presidente de la Comisión Fiscal, Sébastien Desfayes, propone un mecanismo para corregir los efectos excesivos del impuesto: “Concretamente, estamos limitando los aumentos que se produzcan hasta 2027. En otras palabras, el impuesto auto no podrá duplicarse en comparación con el antiguo sistema durante los próximos tres años.
Para los automovilistas que registraron descensos o aumentos más modestos, la situación no ha cambiado. En el caso de las autocaravanas, ahora sólo tributarán por peso, al igual que los vehículos de reparto o transporte. Finalmente, se suprimirá el impuesto sobre los vehículos viejos y sus propietarios sólo pagarán el impuesto básico de 120 francos.
La propuesta de la Comisión Fiscal aún debe ser aprobada por el Parlamento el viernes. Sin embargo, esta corrección haría perder al Estado de Ginebra 8,5 millones de francos. En lugar de los 120 millones previstos para 2025, sólo recaudará 111,5 millones por el impuesto sobre los automóviles.
