El grupo petrolero británico BP está tomando una dirección inesperada. Después de años de ambiciosos anuncios para reducir su huella de carbono, British Petroleum anunció el 9 de diciembre de 2024 una reducción de sus inversiones en energías renovables.
Desde hace varios años, BP está al frente de las grandes petroleras demostrando su compromiso con la transición energética. Sin embargo, el anuncio de una reducción significativa de sus inversiones en energías renovables para los próximos años provocó una conmoción. ¿Por qué este cambio de opinión?
Energías renovables : La empresa conjunta Jera Nex BP: ¿promesa o compromiso?
BP se destacó en 2020 con un objetivo ambicioso: alcanzar la neutralidad de carbono para 2050. Este audaz plan formaba parte de una serie de medidas para reducir la dependencia de los hidrocarburos y desarrollar las energías renovables. Sin embargo, para 2023 se notó una desaceleración en estos esfuerzos. Según un portavoz del grupo, este cambio tiene como objetivo mejorar la rentabilidad de los proyectos, un aspecto en el que la energía eólica marina parece estar pasando apuros. BP planea ahora recortar su producción de petróleo y gas en un 25% para 2030, frente al 40% prometido inicialmente.
Al mismo tiempo se anunció la asociación con la japonesa Jera. Jera Nex BP, con sede en Londres, consolidará 13 GW de activos eólicos marinos, pero las inversiones de BP en esta área se reducirán drásticamente. De los 5.800 millones de dólares comprometidos, BP contribuirá con 3.250 millones de dólares. Esta cantidad es mucho menor que las previsiones iniciales, lo que marca una transición hacia proyectos menos intensivos en capital, pero que prometen retornos rápidos.
La presión inversora, una fuerza invisible
Los mercados bursátiles reaccionaron inmediatamente a este anuncio: Las acciones de BP subieron más del 3,5% en la Bolsa de Valores de Londres. Este giro estratégico responde a las crecientes críticas de los accionistas, que consideraban “irracionales” las inversiones en energías renovables frente a márgenes más predecibles en hidrocarburos. Russ Mould, analista de AJ Bell y entrevistado por la AFP, subraya que esta elección refleja una búsqueda de rentabilidad directa para atraer a inversores decepcionados.
BP no está sola. Shell, su competidor británico, también anunció que dejaría de desarrollar nuevos proyectos eólicos marinos. TotalEnergies en Francia y ExxonMobil en Estados Unidos también adoptan estrategias centradas en los combustibles fósiles. ¿El argumento? La demanda de petróleo y gas sigue siendo fuerte y el retorno de la inversión es más seguro.
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