Las imágenes hablan por sí solas: en junio de 2023, en el cielo de los Grisones, un pájaro de gran tamaño atravesó simplemente el parabrisas de un helicóptero en pleno vuelo. Esta semana, el Servicio Suizo de Investigación de Seguridad (SESE) publicó su informe sobre este incidente en el que resultó herido un piloto e interrumpió el vuelo. Afortunadamente, la aeronave pudo aterrizar sin sufrir más daños que el traumatismo craneoencefálico sufrido por el piloto.
El ave en cuestión es un azor, un ave rapaz. Cuando chocó contra el helicóptero, éste volaba a una velocidad de 260 km/h y a una altitud de 270 metros sobre el suelo. Ni el piloto ni el pájaro pudieron evitar la colisión. El rapaz acabó en el habitáculo y el piloto resultó herido por los cristales rotos que le arrojaron. El copiloto salió ileso.
El SESE señala que la altitud, la velocidad y la falta de casco por parte del piloto aumentaron el riesgo de lesiones. Un estudio muestra que el 75% de las colisiones con aves se producen a velocidades superiores a 150 km/h. Además, el 93% de las colisiones se producen a una altitud inferior a 1.067 metros sobre el suelo. Finalmente, la lesión en la cabeza del piloto se podría haber evitado si hubiera usado casco.
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