Desde hace años, la derecha intenta evitar que los propietarios paguen impuestos por los alquileres que no reciben, ya que son ellos mismos los que ocupan su vivienda. Pero el proyecto podría colapsar en la recta final en diciembre en el Parlamento.
Para una parte del campo burgués, el proyecto tiene ahora más desventajas que ventajas. Las compensaciones negociadas en el Parlamento para preservar las finanzas públicas han cambiado efectivamente la situación de algunos diputados, porque privarían a los propietarios de determinadas deducciones fiscales.
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En Berna, los funcionarios electos tienen ahora la sensación de que las pérdidas superan los beneficios. Varios puntos enojan a los defensores de los propietarios. Por ejemplo, las deducciones por los intereses hipotecarios pagados al banco para reembolsar un préstamo serían limitadas.
¿Renunciar a hacer reformas?
Otra contrapartida negociada en el Parlamento: los propietarios ya no podrían deducir impuestos de sus renovaciones. Interrogado el viernes en La Matinale, el diputado centrista y presidente de la Cámara Inmobiliaria del Valais, Benjamin Roduit, cree que los propietarios aplazarán o abandonarán las obras de renovación si no pueden deducirlas fiscalmente o incluso si corren el riesgo de recurrir al trabajo clandestino. Esto sería “muy perjudicial para los propietarios y, en general, para la economía”, considera el diputado.
Por su parte, el centrista Consejero de Estado de Obwalden, Erich Ettlin, defenderá el proyecto hasta el final. Desde el principio estaba previsto abandonar las deducciones por gastos de renovación, recuerda el funcionario electo.
La izquierda no está convencida
A pesar de la compensación negociada, la izquierda siempre se ha mostrado escéptica ante la abolición de este impuesto. Según ella, gravar el valor del alquiler equivale a gravar los ingresos en especie, porque los propietarios no tienen que pagar alquiler si viven en su propia propiedad.
Después de un largo ping-pong parlamentario, las Cámaras podrían llegar a un acuerdo final durante la sesión de diciembre. Pero en Berna, algunos diputados y observadores están convencidos de que el proyecto, luchado por todos lados, también podría quedar definitivamente enterrado.
Asunto de radio: Marielle Savoy
Web de adaptación: Julie Liardet
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