el boicot tiene su efecto

el boicot tiene su efecto
el boicot tiene su efecto
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Según la FFMC, más del 80% de los motociclistas boicotearon las inspecciones técnicas de los vehículos de dos ruedas. Te lo contamos todo.

La inspección técnica es un examen estrictamente obligatorio para todos los vehículos que circulan por la vía pública, y en particular los turismos. Pero desde el 15 de abril, este examen para vehículos motorizados de dos ruedas (CT2RM) entró oficialmente en vigor en Francia. Una medida que evidentemente no agrada a todos, ya que se alzan muchas voces contra esta última, especialmente de los motociclistas, principales afectados.

Un gran boicot a la inspección técnica

Así, la Federación Francesa de Angry Bikers, también conocida como FFMC, pidió un gran boicot contra esta medida considerada innecesaria y costosa. Y parece que esto último funciona especialmente bien. De hecho, las cifras muestran una baja participación de los motociclistas en esta obligación regulatoria. Una situación que satisface plenamente a la organización que acoge con satisfacción este boicot. Explica que el objetivo de este último es “incidir en la rentabilidad de los centros de inspección técnica. Estos últimos ya han invertido (un poco) especialmente en desarrollar espacios y “formar” a su personal”.

“Sin embargo, están operando con una licencia provisional que expira el próximo año. Si la mayoría de los motociclistas siguen incumpliendo esta obligación, la rentabilidad de los centros que realizan el CT2RM se reducirá considerablemente. Estos centros tendrán dificultades para rentabilizar sus inversiones si los vehículos en cuestión no pasan la inspección”. Así, según los datos recogidos por la FFMC, menos de 500.000 motocicletas han pasado por inspección técnica en casi siete meses. Lo cual es particularmente poco.

Un mensaje claro

Para que conste, la normativa vigente establece que la flota de vehículos motorizados de dos ruedas en cuestión incluye aproximadamente 2,3 millones de vehículos. En otras palabras, casi el 80% de los ciclistas decidieron‘ignorar esta obligación. “Estas cifras demuestran un enorme desinterés y rechazo a esta normativa”, afirma la FFMC en su sitio web. Para la organización, esta resistencia es una prueba de que la oposición al CT2RM va mucho más allá de sus propios miembros. Considera que la gran mayoría de los moteros consideran esta medida inadecuada y excesivamente restrictiva.

Para la organización, este boicot envía una fuerte señal a las autoridades. Ella espera que esta movilización obligue a los tomadores de decisiones a revisar su copia y proponer alternativas menos restrictivas. “Pedimos medidas más proporcionadas y adaptadas a las necesidades reales de los ciclistas”, insiste la federación. Al mismo tiempo, hace campaña por la abolición total del CT2RM. Recuerda que “cada endurecimiento de las normas exige que los centros reconsideren su estrategia y su modelo económico. Es aún más importante mantener la presión sobre ellos: cuanto más tiempo sigamos boicoteando, más se enfrentarán a costes adicionales y a una rentabilidad incierta”.

El alcance de esta oposición pone de relieve una profunda división entre los motociclistas y los órganos de toma de decisiones. Si la tendencia continúa, la inspección técnica de motocicletas podría convertirse en un caso de libro de texto en términos de resistencia ciudadana a regulaciones consideradas inapropiadas.

France

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