El Black Friday atrae cada año a más suizos, tanto online como en las tiendas. Sin embargo, detrás de atractivas promociones a veces se esconden “buenas ofertas falsas” o incluso estafas. Entonces, ¿cómo se solucionan las cosas y se evitan los obstáculos?
1 – No te fíes del “precio de referencia”
Ya sea online o en la tienda, algunas marcas aumentan artificialmente el precio de referencia (es decir, el precio mostrado antes de la reducción) justo antes de las rebajas, para dar la ilusión de ofrecer un descuento importante. Por ejemplo, un producto anunciado “antes a 200 francos, ahora a 100 francos” puede en realidad haberse vendido a 100 francos mucho antes de la promoción.
“Las investigaciones han revelado prácticas engañosas en las que supuestamente se promocionan productos sin modificar su precio”, explica a RTSinfo Jean Busché, de la Federación de Consumidores francófonos (FRC). “En Suiza, sin embargo, los controles son raros y las sanciones, como la multa de 4.000 francos impuesta a Ochsner en 2018, son poco disuasorias”.
Las investigaciones han revelado prácticas engañosas en las que los productos supuestamente están en oferta pero su precio permanece sin cambios
Para no quedar atrapado, el método más fiable es consultar sitios de comparación de precios como toppreise.ch. Una simple búsqueda en Google también puede resultar útil para comprobar si la oferta es realmente interesante comparando los precios aplicados por otras marcas para el mismo producto.
Además, como explica Jean Busché, el contexto inflacionario, caracterizado por una subida generalizada de los precios y una caída del poder adquisitivo de una parte de la población, paradójicamente contribuye a reforzar el atractivo de este tipo de eventos.
>> Lea también: Cómo las plataformas de venta online dirigen nuestras compras
2 – Comprobar la fiabilidad de determinados sitios web
Las estafas en línea también alcanzan su punto máximo durante el período del Black Friday con la creación de sitios comerciales falsos. Algunos sitios sin escrúpulos aprovechan este período para seducir a los consumidores con ofertas atractivas, con el objetivo de recuperar su información bancaria.
Para evitar esto, es importante consultar los avisos legales del sitio web, un sitio confiable tiene el deber de mostrarlos claramente. Si no se menciona información como el nombre de la empresa o la identidad del vendedor, es preferible optar por otro sitio web.
Otra forma de comprobar la fiabilidad del sitio web: asegúrate de que la dirección comience por “https” y tenga un candado. También hay que tener cuidado con las imitaciones de direcciones conocidas como “amaazon” en lugar de Amazon, que generan confusión en el consumidor.
3 – No te dejes engañar por interfaces engañosas
Algunas plataformas de comercio electrónico suelen explotar los llamados “patrones oscuros”, es decir, técnicas de manipulación en línea para fomentar la compra compulsiva. “Estas estratagemas adoptan, por ejemplo, la forma de cuentas atrás falsas o de mensajes que indican existencias limitadas para crear una sensación de urgencia y fomentar la compra impulsiva”, explica Jean Busché. “Muchas plataformas también ofrecen productos que son peligrosos para la salud o que no cumplen con las normas”.
En algunos sitios web se utilizan cuentas atrás falsas para crear una sensación de urgencia y fomentar compras impulsivas.
Muy común durante el Black Friday, esta técnica, que no es en absoluto ilegal, juega con las emociones del internauta o con su falta de vigilancia para empujarle a comprar o aceptar condiciones que inicialmente no habría elegido. También alientan a los consumidores a revelar más datos personales. Según una investigación conjunta del FRC y Public Eyelos sitios de moda online que más utilizan esta práctica son Shein, Aliexpress, Amazon y La Redoute.
Según el FRC, los homólogos online de las cadenas de tiendas físicas como Zara, Globus o Manor parecen recurrir menos a estas diferentes prácticas de manipulación, aunque H&M destaca en este grupo con la presencia de seis categorías de “patrones oscuros diferentes”. .
Hélène Krähenbühl