REPORTAJE – En una de las fábricas más antiguas de la capital, aún en funcionamiento, 120 personas producen cada día pequeños y preciosos objetos cotidianos “Made in Paris”.
Es imposible no fijarse en el edificio, es tan majestuoso. A orillas del canal Saint-Martin, en el distrito 10 de París, todo el mundo conoce la fábrica Afa-Exacompta, instalada aquí desde 1947. Una de las pocas que siguen en funcionamiento en la capital. Pero pocos han tenido la oportunidad de visitarlo. Detrás de sus altos muros se encuentra el mayor complejo industrial parisino, donde cada año se fabrican discretamente millones de agendas. Tres millones y medio cada año para ser exactos, disponibles en todas sus formas. Grandes o pequeños, clásicos u originales, con o sin espirales, diarios o semanales. Y a todos los precios. Cinco días a la semana, más de un centenar de trabajadores trabajan en los distintos talleres del lugar, con todo el conocimiento necesario para las fases de fabricación de este pequeño producto muy conocido por los franceses.
Estamos aquí, en la sede de Exacompta-Clairefontaine, que es también la de la empresa menos conocida llamada Afa. Para “Talleres de elaboración de diarios”. Pero si los famosos cuadernos Clairefontaine no se fabrican in situ, sino sólo determinadas herramientas de archivo, allí se imaginan y crean principalmente agendas y otros pequeños productos de papelería de oficina. Una historia familiar que se remonta a principios del siglo XX, así que…
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