Según se informa, Donald Trump está a punto de implementar un vasto programa energético en Estados Unidos. Su equipo de transición presidencial lo está preparando y su implementación debería tener lugar a los pocos días de su entrada en la Casa Blanca, dijeron a Reuters dos fuentes familiarizadas con estos planes. El plan aprobaría permisos de exportación para nuevos proyectos de gas natural licuado (GNL) y aumentaría la extracción de petróleo.
Este programa energético, presentado antes de asumir el cargo, refleja las promesas hechas por el republicano en materia energética durante su campaña electoral. Sin embargo, el plan de desplegar las primeras etapas con tanta rapidez demuestra el deseo de la futura administración de hacer de la producción de petróleo y gas, junto con la inmigración, uno de los pilares del segundo mandato de Trump.
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Derogar algunas leyes de Biden
Donald Trump también planea derogar determinadas leyes y regulaciones en materia de energía y clima aprobadas por su predecesor demócrata, Joe Biden, como créditos fiscales para vehículos eléctricos o normas para centrales eléctricas limpias, indicaron las fuentes. Una de las prioridades de Trump también sería levantar la pausa sobre los nuevos permisos de exportación de GNL impuesta por Biden, para poder aprobar rápidamente los permisos pendientes, agregaron las fuentes.
Trump también podría acelerar los permisos de perforación en tierras federales y reabrir planes de perforación de cinco años frente a la costa de Estados Unidos para incluir más ventas de arrendamiento. En un gesto simbólico, también se espera que Donald Trump apruebe el oleoducto Keystone, un proyecto multimillonario interrumpido por Joe Biden en su primer día en el cargo.
“Los estadounidenses pueden contar con que el presidente Trump utilizará su poder ejecutivo desde el primer día para cumplir las promesas que les hizo durante la campaña electoral”.afirmó Karoline Leavitt, portavoz de la transición de Donald Trump, en un comunicado.
Un calendario acelerado
El programa energético del próximo presidente podría sortear los obstáculos legislativos y reglamentarios y aplicarse en un calendario acelerado, en particular mediante una proclamación de emergencia energética desde los primeros días del mandato.
El republicano también pedirá al Congreso que le proporcione nuevos fondos para reponer las reservas estratégicas de petróleo del país, agotadas durante el gobierno de Joe Biden, para hacer frente al aumento de los precios provocado por la guerra en Ucrania y la pandemia de Covid-19. Una reposición de la reserva impulsaría la demanda de petróleo a corto plazo y alentaría la producción estadounidense.
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La Agencia Internacional de Energía (AIE), ya criticada por la administración Trump por sus políticas para reducir las emisiones de carbono, también probablemente se enfrentará a presiones, incluida la amenaza de recortes presupuestarios, si no adopta una postura más favorable al petróleo.
“Presioné al propio Trump y a su equipo en general para que presionaran a la AIE para que regresara a su misión principal, la seguridad energética, y se alejara del lavado verde”dijo Dan Eberhart, director general de la empresa de servicios petroleros Canarias.
Un informe esperado de la administración Biden
Se espera que la administración Biden, que congeló los permisos de exportación de GNL en enero para estudiar su impacto ambiental, publique su informe antes de que Trump asuma el cargo el 20 de enero, aunque no tendrá influencia en la administración republicana, dijeron las fuentes.
“La cuestión del GNL aún no está resuelta y Biden pretende ser firme en este tema”dijo una de las fuentes.
La Comisión Federal Reguladora de Energía aprobó cinco proyectos de exportación de GNL de EE. UU., pero aún están esperando la autorización del Departamento de Energía de EE. UU., según muestran los registros federales. La congelación de los permisos de exportación por parte de la administración Biden detuvo aún más los estudios ambientales necesarios, parte de los cuales aún pueden ser necesarios para que los cinco permisos pendientes pasen la revisión legal.
Un escéptico climático sobre la energía
El 17 de septiembre, Donald Trump nombró a Chris Wright, director general de Liberty Energy, como secretario de Energía, con la desregulación del sector como hoja de ruta. Este escéptico climático juzgó, en una publicación en su cuenta de LinkedIn hace un año, que“no hay crisis climática y tampoco estamos en plena transición energética”.
“El término contaminación por carbono es escandaloso” porque toda la vida depende del dióxido de carbono, añadió, refutando también los términos “Energía limpia o energía sucia, todas las fuentes de energía tienen impactos tanto positivos como negativos en el mundo”.
Donald Trump elogiado en el comunicado de prensa anunciando su nominación “un emprendedor energético líder”OMS “ha trabajado en energía nuclear, solar, geotérmica y de petróleo y gas”.
(Con agencias)