¿Hacia el fin de los precios de venta regulados, en el ámbito de la electricidad? La Autoridad de Competencia acaba de publicar un informe que sugiere eliminar estos arancelesque no se mueven como el mercado, no son volátiles.
La idea de estos precios era para proteger al consumidor contra las variaciones de precios que son demasiado importantes para que sean legibles. La historia detrás de esta propuesta de abolición es que la competencia es algo bueno para el consumidor “en todos los casos”.
“En todos los casos” seguramente no es cierto, porque si lo fuera, pondríamos a los tribunales en competencia, pondríamos a los gobiernos en competencia. Tendríamos dos gobiernos y les diríamos “oye, ¿quién quiere hacerse cargo de algo?”, entonces decidiríamos. Sin embargo, vemos claramente que hay un cierto número de casos en los que no hay competencia porque no es la forma óptima de organización.
En el mundo físico tenemos lo que llamamos un monopolio natural.
Jean-Marc Jancovici
Especialmente en el mundo físico, cuando tenemos lo que llamamos un monopolio natural, es decir un sistema que requiere tanta inversión que no podemos hacerlo en dos o tres copias. Ejemplos de monopolios naturales, Estas son, por ejemplo, las vías del tren..
No hay tres líneas ferroviarias París-Lyon que puedan competir entre sí. Y si a tu casa no llegan tres redes de agua que compitan con tres grifos, entonces dependiendo del precio del agua abres el de la izquierda o el de la derecha.
¿Qué es un monopolio natural?
El sistema eléctrico requiere inversiones tan importantes que esto es lo que llamamos un monopolio naturall. Y cuando intentamos crear competencia en un monopolio natural, como hemos visto con la experiencia que hemos tenido en Francia y en Europa desde principios de la década de 2000, tenemos exactamente el efecto opuesto al que queríamos obtener al principio.
Lo que hemos tenido desde entonces en Francia y Europa, es que los precios se han vuelto más volátiles y han aumentado en general. Hemos visto aparecer en el panorama personas que son puros distribuidores. Ya sabes, vendedores alternativos. De hecho, no tienen centrales eléctricas propias. Son compradores y revendedores. Son comerciantes.
Excepto que el dinero que ganan estos comerciantes no se reinvierte en el sistema eléctrico. Cuando era EDF quien vendía a todo el mundo, EDF se quedaba con el dinero y lo invertía en centrales eléctricas. Cuando se trata de proveedores alternativos, lo invierten donde quieren.. Es dinero de los dueños de la empresa, pero no lo invierten en el sistema eléctrico.
La competencia no ha sido una experiencia exitosa en el mercado eléctrico
Esto creó un sistema de precios volátil en el momento de la crisis del gas ruso. Vimos cómo los precios subían hasta el techo, mientras que con los precios administrados normalmente no ocurre eso. Y finalmente, el último efecto es que, como hace que el mercado sea incierto, aumenta el costo del capital para las personas que desean realizar inversiones.
Si mañana quieres construir una central eléctrica, tu banquero te dirá: “No sé exactamente cuál será el precio de la electricidad, así que voy a aceptar una prima de riesgo. y te prestaré el dinero con una costosa prima de riesgo”. Sin embargo, para los dispositivos con bajas emisiones de carbono, ya sean nucleares o renovables, lo que llamamos coste del dinero, es decir, el coste al que se pedirá prestado el dinero para construir la turbina eólica, es discriminatorio en el coste de producción final. Es incluso muy, muy discriminatorio.
Si haces que el mercado sea volátil y riesgoso, suben el precio de los futuros megavatios hora libres de carbono que sin embargo necesitaríamos. La competencia realmente no ha sido una experiencia exitosa en el mercado eléctrico.
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