La medida consiste en un aumento de todas las pensiones a partir del 1 de enero hasta el nivel de la mitad de la inflación. Luego, un segundo aumento, en línea con la inflación, el 1 de julio, para las pensiones inferiores al salario mínimo.
El Senado continúa reescribiendo el proyecto de ley de financiación de la Seguridad Social. La revaluación de las pensiones en dos etapas el próximo año, hasta la inflación sólo para las pensiones inferiores al salario mínimo, fue aprobada la noche del viernes al sábado por los senadores, con el apoyo del Gobierno. Adoptada por 231 votos contra 100, esta enmienda al presupuesto de la Seguridad Social para 2025 retoma las principales líneas del compromiso negociado entre el primer ministro Michel Barnier y el hombre fuerte de la derecha, Laurent Wauquiez.
La medida, defendida por la senadora Pascale Gruny (LR), “garantiza una revalorización de todas las pensiones básicas a partir del 1 de enero hasta el nivel de la mitad de la inflación”indicó antes de la votación. Este primer aumento ya fue estimado en un 0,9% por el Ministro de Presupuesto, Laurent Saint-Martin. Jubilados que reciben una pensión total (básica y complementaria) inferior al salario mínimo “luego se revaluará por segunda vez hasta la inflación observada el 1 de julio”con el beneficio añadido “compensar el déficit” durante la primera mitad para que “Estará así totalmente protegido contra la inflación” -añadió Pascale Gruny-.
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Según el texto de la enmienda, esta indexación estará completa hasta “1500 euros brutos al mes”. También se prevé un nivel intermedio “asegurados cuya pensión esté ligeramente por encima de este umbral”que se beneficiará de una revalorización “minorizado”. Frente a la propuesta inicial del Gobierno, que pretendía aplazar seis meses el aumento de las pensiones para ahorrar cuatro mil millones de euros, la nueva versión “reduce la rentabilidad esperada en unos 500 millones”precisó el senador, juzgando “esta solución más equitativa”.
Sin embargo, la Ministra de Trabajo, Astrid Panosyan-Bouvet, apoyó esta reescritura porque “Se llegó a un acuerdo con los parlamentarios”. “Con uno de los grupos más pequeños de la Asamblea”replicó la ecologista Raymonde Poncet-Monge, deplorando que el ejecutivo y la mayoría senatorial “Feliz de modular la caída del poder adquisitivo” jubilados. La socialista Monique Lubin, por su parte, denunció “una estafa” lo que resultará en “una pérdida muerta y definitiva para todos los jubilados”.
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