Este proyecto, llamado DARED y financiado por el Fondo Verde para el Clima, tiene como objetivo transformar la producción de argán, actualmente recolectada en el bosque, en una verdadera agricultura organizada.
De este modo, la ADA desea mejorar la productividad y hacer que el aceite de argán pase del estatus de producto local al de producto comercializado a gran escala. “Este proyecto cambia las reglas del juego”, explica la ADA. “Los beneficiarios ya no ven el argán como un simple fruto del bosque, sino como un producto agrícola por derecho propio. »
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Además del aspecto económico, el proyecto DARED tiene como objetivo fortalecer la resiliencia climática de estas regiones vulnerables. Plantar estos árboles ayudará a combatir la desertificación y reducir las emisiones de CO₂. El proyecto también proporciona apoyo a las poblaciones locales para mejorar sus condiciones de vida.
En concreto, DARED se estructura en torno a tres ejes:
• Plantar árboles de argán,
• La organización del sector productivo.
• La promoción de la investigación científica.
La Agencia Nacional para el Desarrollo de las Zonas Oasis y del Árbol de Argán (ANDZOA) es la responsable de implementar el proyecto, liderado por la ADA.
Este proyecto de gran envergadura beneficiará directamente a 26.000 personas e indirectamente a 345.000 habitantes. La zona en cuestión, situada cerca del bosque de argán, cuenta ya con una red de 300 cooperativas que reúnen a más de 6.500 miembros que se dedican a la recogida y valorización de los productos del argán.
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