Las posibles políticas de Trump 2.0 sugieren que probablemente afectarán a varios sectores de la economía y mercados específicos.
Políticas clave a tener en cuenta
En cuanto al comercio, aranceles del 10% sobre todas las importaciones y del 60% sobre algunos países, así como una posible revocación del estatus PNTR de China y la continuación de los subsidios industriales, podrían alterar la dinámica del comercio internacional. Se espera que la Política Fiscal 2.0 de Trump incluya recortes de impuestos corporativos y sobre la renta, mayores deducciones personales, duplicación de las ganancias repatriadas y aumento de los impuestos sobre el patrimonio, todo con el objetivo de promover el crecimiento económico nacional. La política monetaria podría estar marcada por continuas intervenciones de la Reserva Federal, que podrían afectar la inflación y las tasas de interés.
Controles fronterizos más estrictos, la expulsión de inmigrantes ilegales y la reducción del gasto en inmigración reflejan la postura de línea dura de la administración en materia de inmigración. Además, la política exterior probablemente se centrará en negociar entre Rusia y Ucrania, presionar a Irán y reducir la participación en organizaciones multilaterales, lo que marcará un cambio hacia la diplomacia unilateral.
Los potenciales ganadores de Trump 2.0
Bajo Trump 2.0, varios sectores se destacan como potenciales ganadores. Los mercados energéticos podrían beneficiarse de la desregulación y de una mayor presión por la independencia energética, lo que colocaría a los sectores tradicionales del petróleo y el gas en condiciones de crecimiento. Sin embargo, los precios del petróleo podrían registrar resultados mixtos, ya que el aumento de la producción estadounidense podría compensar las presiones de los precios mundiales. Sanciones potencialmente más duras contra Irán y un enfoque más gradual de la Reserva Federal en materia de recortes de tipos podrían introducir contrariesgos a esta dinámica.
El sector bancario podría beneficiarse del aumento de los rendimientos y de la desregulación, lo que mejoraría la rentabilidad a través de mayores márgenes de interés netos. La reflación, impulsada por políticas expansivas, también podría beneficiar a los bancos, ya que la demanda de capital e inversión sigue siendo fuerte. Las empresas de defensa podrían ver un crecimiento impulsado por un mayor gasto en defensa, y una posible inestabilidad geopolítica subrayaría la necesidad de una presencia militar sólida.
Las acciones de pequeña capitalización, que están más centradas en Estados Unidos, podrían prosperar en medio de políticas internas y recortes de impuestos, impulsando sectores estrechamente vinculados a la demanda de los consumidores locales. El oro, que generalmente es un refugio seguro, podría atraer a inversores que buscan protección contra posibles tensiones comerciales y riesgos de inflación. Sin embargo, si el dólar estadounidense se fortalece demasiado o la Reserva Federal adopta un enfoque cauteloso respecto de los recortes de tipos, esta cobertura podría perder su atractivo.
Los posibles perdedores de Trump 2.0
Por otro lado, varios sectores podrían verse afectados por las políticas de Trump 2.0. Las acciones chinas y de Hong Kong podrían verse sometidas a presiones a largo plazo debido a restricciones comerciales y tensiones geopolíticas, y el capital podría redirigirse a los mercados indio y japonés. Las acciones de consumo discrecional de Estados Unidos podrían enfrentar obstáculos a medida que los aranceles aumentan los costos de importación, lo que podría reducir el gasto de los consumidores.
Las industrias de energía renovable y vehículos eléctricos (EV) podrían enfrentar desafíos a medida que las políticas ahora se centran en los sectores energéticos tradicionales, lo que probablemente reduzca los incentivos gubernamentales que han apoyado el crecimiento de la energía renovable y las baterías tecnológicas. Los mercados europeos, en particular las economías dependientes de las exportaciones como Alemania, podrían ser vulnerables a las tensiones comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea, lo que podría reducir el potencial de exportación.
Impacto en las grandes tecnologías
Para las grandes tecnológicas, el compromiso de Trump de desregular la IA podría reducir las cargas de cumplimiento, beneficiando las iniciativas de IA y el crecimiento de la infraestructura en las empresas que invierten en centros de datos. Sin embargo, los aranceles podrían ejercer presión sobre las empresas tecnológicas multinacionales que dependen de las cadenas de suministro globales, particularmente si los subsidios de la Ley CHIPS se reemplazan por aranceles de importación, lo que aumentaría los costos para las empresas tecnológicas que dependen de las redes de fabricación internacionales.
Las grandes empresas tecnológicas podrían ver impactos matizados de Trump 2.0. Tesla, con el papel de asesor de Elon Musk, podría beneficiarse de políticas gubernamentales favorables, pero también podría enfrentarse a un mayor escrutinio. Meta podría enfrentar una mayor competencia de TikTok si Trump suaviza su postura sobre la prohibición de TikTok, lo que afectaría la participación de los usuarios. Apple podría enfrentar interrupciones en su cadena de suministro debido a los aranceles sobre la producción china, mientras que Alphabet podría enfrentar desafíos debido al escrutinio antimonopolio. NVIDIA podría beneficiarse de la ampliación de la infraestructura de IA, pero sigue expuesta a riesgos relacionados con las relaciones entre Estados Unidos, China y Taiwán, dada su dependencia de TSMC (Taiwán) para la producción de chips.
Los posibles cambios bajo Trump 2.0 sugieren una combinación de oportunidades y desafíos en diferentes sectores, de ahí la necesidad de monitorear de cerca los anuncios de políticas.