Rebajas, entrega gratuita o incluso venta privada: las ventajas de un programa de fidelización son numerosas. Casi todos los grandes almacenes los tienen hoy. ¿Pero a quién benefician realmente?
En su cartera hay al menos 17 tarjetas de fidelidad. Roseline los recoge. Ropa, productos de belleza o alimentos; tarjetas físicas o tarjetas digitales, descuentos o vales… Las ofertas son numerosas. Pero ¿cuál es el beneficio para las marcas?
Un importante minorista de deportes cuenta con tres millones de suscriptores. Desde hace catorce años ofrece un programa de fidelización que acaba de renovar. “Hemos multiplicado por diez el número de puntos ofrecidos. Detrás también se esconde la posibilidad de transformar estos puntos en diferentes recompensas.“, explica Olivier Flament, responsable de “gestión de relaciones con los clientes” de Decathlon.
Da ventajas, te dan ganas de comprar aún más.
Pero la experiencia no acaba ahí, la empresa personaliza cada vez más su oferta: “La idea es ofrecer una experiencia a los clientes y tener la posibilidad, en función de sus últimas compras, de sugerir sesiones deportivas que puedan realizar con un producto.“.
Ante estas incesantes exigencias de fidelidad, ¿qué piensan los consumidores? “Da ventajas, te dan ganas de comprar aún más”testifica un cliente. Y ese es el objetivo de la lealtad: hacerte gastar más y más, pero siempre en beneficio de la empresa.
“Adquirir nuevos consumidores requiere publicidad y promoción. Hay que convencer al consumidor para que cambie de marca, lo cual no es necesariamente fácil. Mientras que cuando tienes un consumidor que está relativamente contento con tu tienda, intentarás que te compre más productos.“, dice Isabelle Schulling, profesora de marketing en la UCLouvain.
La idea es ofrecer una experiencia a los clientes.
Si para algunos la proliferación de tarjetas de fidelización es un auténtico calvario, Freedelity lo sabe bien. Esta empresa ayuda a los comerciantes a dirigirse mejor a sus clientes… Gracias a sus documentos de identidad.
“Una vez que el consumidor haya introducido su cédula de identidad en el lector, se le realizarán dos o tres preguntas para el primer registro. Luego, estoy identificado en el nivel de pago, se podrá realizar mi compra y recibiré todas mis recompensas.“, indica Sébastien Buysse, director de la plataforma Freedelity.
Resultado: ya no es necesaria una tarjeta de fidelidad para cada tienda. El cliente puede codificar fácilmente y los datos se comparten.
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