En una carta enviada a los Amigos de Mont Sainte-Anne el jueves por la tarde, el presidente de la organización, Yvon Charest, indica inmediatamente que la opción “favorable” es que “el gobierno proceda a la retrocesión de los derechos concedidos a RCR para que el revitalización de la montaña [soit faite] bajo la dirección de otra empresa.
Sin embargo, si el acuerdo mencionado en las páginas del charlevoisiano Como resulta del pasado mes de septiembre, los Amigos repiten que el propietario debe inyectar cantidades “superiores a los fondos públicos prometidos”. […] desde los primeros años del acuerdo.
“Es ciertamente legítimo esperar que la parte esperada de RCR sea igual o superior a los 120 millones en inversiones privadas a las que la Compagnie des montagne du Québec y sus socios quebequenses estaban firmemente comprometidos, y esto, excluyendo las inversiones vinculadas a inversiones reales. desarrollo inmobiliario”, explica el presidente de los Amigos.
El posible acuerdo también debería incluir “obligaciones de resultados” y garantizar “ascensores de calidad en buen estado” para que “la seguridad de los usuarios y turistas” esté garantizada.
“Teniendo en cuenta el pasado, seguimos siendo escépticos sobre la voluntad de RCR de aceptar todas estas condiciones básicas, pero Friends seguirá actuando de forma constructiva y la pelota estará entonces en el tejado de la empresa para demostrar su buena fe y ambición”.
— Yvon Charest, presidente de los Amigos del Mont Sainte-Anne
Los Amigos de Mont Sainte-Anne también exigen que el gobierno de Quebec se dé la posibilidad de “rescindir el contrato sin oposición si RCR incumple las directrices acordadas”.
“Nuestro mensaje sigue siendo el mismo: el punto muerto en el MSA es inaceptable. En términos de calidad de los servicios y seguridad para los usuarios. En términos de desarrollo económico regional. En términos de reputación de Quebec”, subraya Charest.
El presidente también espera que el gobierno obligue a RCR a involucrar a la comunidad en futuras inversiones, entre otras cosas en la gestión del sector oriental codiciado por Sépaq, que actualmente está siendo impugnado por RCR ante los tribunales.
Sobre todo, los Amigos del Mont Sainte-Anne creen que el gobierno debe actuar rápidamente y revelar la opción elegida finalmente para restablecer la confianza entre los usuarios de la montaña.
“La pelota está en el tejado del gobierno. Aunque el callejón sin salida actual es innegable, la actitud de esperar y ver qué pasa se está volviendo francamente peligrosa dado, en particular, los riesgos para la seguridad de los usuarios de las montañas debido a la obsolescencia de la infraestructura”, concluye Charest.