Tras alcanzar el 1,7% en septiembre, subió al 2%. El tipo básico se mantuvo sin cambios en el 2,7%.
Como se esperaba, la inflación en la eurozona volvió a aumentar en octubre. Tras alcanzar el 1,7% en septiembre, subió al 2%. El tipo básico se mantuvo sin cambios en el 2,7%. Mientras que el efecto de la fuerte caída de los precios de la energía se está disipando lentamente (octubre: -4,6%), los precios de los alimentos han aumentado significativamente, en parte por razones estacionales, hasta el 2,9%. En septiembre, el aumento fue del 2,4%. En general, esta no es una buena noticia para los consumidores.
Lo mismo ocurre con los precios de los servicios, que aumentaron un 3,9%, al igual que el mes anterior. Los indicadores adelantados tampoco sugieren ninguna relajación significativa en los próximos meses, especialmente porque se espera que el crecimiento salarial en esta área se mantenga relativamente fuerte. Sin embargo, las cifras de hoy no deberían suponer un dolor de cabeza para el Banco Central Europeo (BCE). Se esperaba un aumento de la inflación en el cuarto trimestre. Sin embargo, según nuestros cálculos, podría ser 0,3 puntos porcentuales menos que las previsiones del BCE. En este sentido, poco cambiará: el BCE sigue en la senda de los recortes de tipos y no pasa un día sin que un miembro del Consejo de Gobierno hable sobre la mejora de las perspectivas de inflación. Compartimos esta visión para 2025 y seguimos pronosticando recortes graduales de los tipos. En diciembre de 2024, se espera que la tasa de depósito caiga otros 25 puntos básicos.
Business